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Lengua y literatura |
Métrica española
1.- INTRODUCCIÓN
2.- EL VERSO
2.1.-
El acento
2.2.- El ritmo
2.3.- La rima
2.4.- El cómputo silábico
2.4.1.-
Número de sílabas fonológicas
2.4.2.- Fenómenos métricos :
2.4.2.1.- Sinalefa
2.4.2.2.- Sinéresis
2.4.2.3.- Diéresis
2.4.2.4.- Hiato
2.5.- Clasificación de los versos según
el número de sílabas
2.6.- Las pausas.
2.7.- Encabalgamientos.
3.- LA ESTROFA
3.1.-
Definición
3.2.- Formas estróficas
3.2.1.- Dos versos : pareado
3.2.2.- Tres versos : terceto, tercerilla
3.2.4.-
Cinco versos : quintilla, quinteto, lira
3.2.5.- Seis versos : sexteto
lira, sexta rima, sextilla
3.2.6.- Siete versos : séptima,
seguidilla compuesta
3.2.7.- Ocho versos : copla de
arte mayor, octava real, octavilla
3.2.8.- Diez : décima espinela
4.- EL POEMA
4.1.-
Definición
4.2.- Poemas estróficos : soneto,
villancico, zéjel
4.3.-
Poemas no estróficos : romance, versos sueltos, verso libre
1.-
INTRODUCCIÓN
La
métrica es la ciencia y el arte que trata del ritmo, estructura y combinación
de los versos. El estudio de esta parte de la ciencia literaria comprende tres
unidades básicas:
1)
El verso : es la unidad métrica más pequeña, la menor división
estructurada que encontramos en el poema. Sólo tiene razón de existir en
combinación con otros versos, formando, por lo general, parte de la estrofa y,
por tanto, del poema.
2)
La estrofa : es el conjunto de versos que constituyen, intencionadamente,
un periodo métrico (a la unidad rítmica de la estrofa se suele asociar una
unidad de contenido). Se destaca, normalmente, con un espacio tipográfico en
blanco. A veces puede constituir sola un poema.
3)
El poema : es la unidad métrica superior. Es un contexto lingüístico en
el cual el lenguaje alcanza unos valores expresivos específicos por medio de un
ritmo pleno y un significado completo. El ritmo supone una especial ordenación
de los elementos fónicos y sintácticos, ordenación conseguida por medio de la
ordenación simétrica y regular de determinados elementos.
2.-
EL VERSO
2.1.- El
acento
Toda
palabra aislada, sacada fuera del contexto en el que se halla, presenta una
sílaba con una determinada carga acentual (sílaba tónica) ; pero las cosas
cambian cuando la palabra se encuentra dentro de un contexto lingüístico
superior (sintagma, oración). En este caso podemos distinguir entre palabras
que siempre tienen acento (tienen sílaba tónica) y palabras que no lo tienen.
Las palabras que siempre llevan acento son:
1)
el sustantivo
2)
el adjetivo
3)
el pronombre tónico (tú, mí, ti)
4)
Los numerales : tanto los cardinales como los ordinales (dos, cien, primero). No tiene acento el
primer elemento de un compuesto numeral (dos mil, cien mil, cuarenta y seis)
5)
el verbo
6)
el adverbio
7)
los adverbios relativos interrogativos (¿dónde?, ¿cómo?)
Las palabras que no llevan acento son:
1)
el artículo
2)
la preposición
3)
la conjunción
4)
el primer elemento de los numerales compuestos
5)
los pronombres átonos (se, me, te, nos)
6)
los adjetivos determinativos posesivos apocopados (mi, tu)
7)
los adverbios relativos cuando no son interrogativos (donde, cuanto)
*
Tan sólo los adverbios acabados en -mente
tiene dos sílabas tónicas :
miserábleménte,
tranquílaménte.
Atendiendo al lugar que ocupa la
última sílaba tónica del verso éste puede ser :
a)
oxítono: se acentúa la última sílaba del verso. En este caso, en el
cómputo silábico hay que añadir una
sílaba (+1)
b)
paroxítono: cuando la última sílaba tónica es la penúltima del verso
c)
proparoxítono: la última sílaba tónica es la antepenúltima. En este caso hay
que descontar una sílaba al verso (- 1)
2.2.- El
ritmo
Es
el elemento fundamental. Junto a la medida y la rima, la acentuación forma la
musicalidad del verso. En español, los versos simples siempre tienen un acento
en la penúltima sílaba. Si el verso es compuesto, lleva un acento en la
penúltima sílaba de cada uno de los hemistiquios. Este acento fijo que, además,
se repite en esa posición en todos los versos de la estrofa, se llama acento estrófico.
Todos los demás acentos del verso, cuyo signo, par
o impar, coincide con el acento estrófico son acentos rítmicos, y los que no coinciden son acentos extrarrítmicos (en al caso de que la sílaba con acento
extrarrítmico esté junto a una sílaba con acento rítmico éste recibe el nombre
de acento antirrítmico).
Tradicionalmente,
se han venido señalando cinco tipos de ritmo en la métrica castellana: 1) yambo: dos sílabas átona-tónica
Amór de
tí nos quéma blánco cuérpo (Unamuno)
2) troqueo: dos sílabas tónica-átona
Y éran
úna sómbra lárga (José Asunción
Silva)
3) dáctilo: tres sílabas tónica-átona-átona
Cántan las mózas que escárdan el líno (Valle-Inclán)
4) anfíbraco : tres sílabas átona-tónica-átona
Los cláros clarínes de prónto levántan sus
sónes (Rubén Darío)
5) anapesto : tres sílabas átona-átona-tónica
Del salón en el ángulo óscuro (Bécquer)
2..3.-
La rima
La
rima es la total o parcial identidad acústica entre dos o más versos, tomando
como punto de partida los fonemas situados a partir de la última vocal
acentuada. Hay que advertir que se trata de un fenómeno acústico, no gráfico (palabras
como divo y estribo, regir y crujir, riman entre sí). Distinguiremos
las siguientes clases de rima :
n
rima total o consonante : es la repetición, en dos o más versos, de todos los fonemas (vocálicos
y consonánticos) que se encuentran a partir de la última sílaba acentuada
Abiertas copas de oro deslumbrado
sobre la redondez de los verdores
bajos, que os arrobáis en los colores
mágicos del poniente enarbolado.
(Juan
Ramón Jiménez)
n
rima parcial o asonante : es la repetición, en dos o más versos, de lo fonemas vocálicos
(sólo los vocálicos) a partir de la última vocal acentuada. No cuentan, por
tanto, las consonantes. Tampoco cuentan las vocales débiles de los diptongos ni
la penúltima vocal de las palabras esdrújulas (marca rima con pálida y con pausa)
2.4.- El
cómputo silábico
Al
medir las sílabas de un verso hay que tener en cuenta dos factores : el
número de sílabas reales (sílabas
fonológicas) y el número de sílabas
métricas (condicionado por una serie de licencias métricas).
Hay
que recordar los siguientes rasgos fonológicos que afectan al cómputo silábico
normal en castellano :
1)
Dos vocales fuertes unidas (a,e,o,) forman sílabas
distintas (diptongo) : a-é-re-o,
le-ón
2)
La unión de una vocal fuerte y otra débil, si forman diptongo,
constituyen una sola sílaba : ai-re,
hue-co
3)
El triptongo (unión de una vocal fuerte y dos débiles) también da
lugar a una sílaba :
buey,
a-so-ciáis
4)
Cuando se encuentran juntas una vocal fuerte y otra débil acentuada se
rompe el diptongo, lo que da lugar a un hiato y, por tanto, a dos sílabas
distintas : pa-ís
Todo
esto pertenece a la norma lingüística castellana, pero el poeta suele recurrir,
a veces, a una serie de licencias
métricas que le permiten desviarse de esta norma. Estas licencias métricas
son :
5)
sinalefa: cuando una palabra termina en vocal y la siguiente comienza por
vocal, se computan como una sola sílaba:
y a / mor / te / ci / do el
/ sol / en / som / bra os / cu / ra
6)
sinéresis: consiste en formar un falso diptongo con dos vocales fuertes que van
juntas (como si fuera una sinalefa producida dentro de la palabra)
cam-peón,
poe-sí-a
7)
diéresis: consiste en deshacer un diptongo y contarlo como dos sílabas
con / sed
/ in / sa /cï / a / ble
(= 7 sílabas métricas)
8)
hiato: consiste en romper una sinalefa. Las causas que favorecen el hiato
son la acentuación de una de las dos vocales o la cesura (en los versos
compuestos)
sin / nin
/ gu / na / no /ti / cia / de / mi /
ha / do
2.5.-
Clasificación de los versos según el número de sílabas
Según
el número de sílabas los versos pueden ser
simples (constan de un solo verso) y compuestos
(dos versos).
Los
versos simples pueden ser de arte menor (máximo = 8 sílabas) o de arte mayor (= entre 9 y 11 sílabas).
A partir de las 12 sílabas el verso es
compuesto.
1.- bisílabos = dos sílabas
¿Viste
triste
sol ?
¡Triste
como él,
(?)
sufro
mucho
yo!
(Rubén
Darío)
2.-
trisílabos = tres sílabas
Tal,
dulce
suspira
la lira,
que hirió
en blanco
concento
del viento
la voz,
leve,
breve,
son.
(Espronceda)
3.- tetrasílabos (= cuatro sílabas).
Suelen alternar con los versos de ocho sílabas, formando los llamados versos de
pie quebrado. Muy utilizados en el siglo XV.
De violines
fugitivos
ecos
llegan...
Bandolines
ahora
son.
...Y perfume
de
jazmines,
y una risa...
(Manuel
Machado)
4.- pentasílabos (= cinco sílabas). Suelen
usarse combinados con otros versos.
Blanca tortuga
luna dormida,
¡qué
lentamente
caminas!
Cerrando
un párpado
de
sombra, miras
cual
arqueológica
pupila. (García Lorca)
5.- hexasílabos (= seis sílabas). Frecuente
en los romancillos, villancicos y endechas.
Un
pastor, soldado,
las
armas tomó,
dejando
sus cabras
junto
a Badajoz,
y
a la su morena
que
triste quedó,
así
le decía
su
imaginación :
“
No me olvides, niña ;
no
me olvides, no... “
(Anónimo)
6.- heptasílabos (siete
sílabas). Normalmente combinados con versos endecasílabos (silva, lira,
seguidilla).
¡ Pobre
barquilla mía
entre peñascos rota,
sin velas desvelada
y entre las olas sola !
¿ Adónde vas perdida,
adónde, di, te engolfas,
que no hay deseos cuerdos
con esperanzas locas ?
(Lope
de vega)
7.- octosílabos (= ocho sílabas). El más
importante de los versos de arte menor y
el más antiguo de la poesía española. Es el verso preferido por la poesía
popular, los romances y por nuestro teatro clásico.
Cuéntale
al mundo tus dichas,
y
no le cuentes tus penas,
que mejor es que te envidien
que no que te compadezcan.
(Cantar
popular)
8.- eneasílabos (= nueve sílabas). Poco
frecuente. Auge con el Modernismo.
¡
Juventud, divino tesoro,
que
te vas para no volver !
Cuando
quiero llorar no lloro... y, a veces, lloro sin querer.
(Rubén Darío)
9.- decasílabos (= diez sílabas). Menos
usado que el eneasílabo. Recuperado por el Romanticismo.
Del
salón en el ángulo oscuro,
de
su dueño, tal vez olvidada,
silenciosa
y cubierta de polvo
veíase
el arpa.
(Bécquer)
10.- endecasílabos (= once sílabas). Aunque
fue utilizado por algunos poetas medievales, el endecasílabo no se consolidad
en nuestra poesía hasta el siglo XVI
(Boscán, Garcilaso), por la influencia decisiva de la poesía italiana.
A
Dafne ya los brazos le crecían,
y
en luengos ramos vueltos se mostraban;
en
verdes hojas vi que se tornaban
los
cabellos que al oro escurecían.
(Garcilaso de la Vega)
11.- Versos compuestos : a partir de
las doce sílabas los versos son compuestos, es decir, están formados por dos
versos simples, separados por una cesura
en dos hemistiquios. La cesura es la pausa dentro del mismo
verso tipográfico. Si cada una de las partes tiene el mismo número de sílabas
hablamos de isostiquios ; si el
número de sílabas es desigual hablamos de heterostiquios.
Los versos compuestos tienen que
seguir las siguientes condiciones:
1)
la cesura que divide los dos versos impide la sinalefa
2)
en el primer verso simple
(primer hemistiquio) el cómputo silábico se
hace siguiendo la norma general para medir versos
-¡Oh reyes1- les
dice- // Yo soy
una niña (6+6)
que oyó a los vecinos // pastores cantar.
Y desde la próxima
//
florida campiña
miró vuestro regio //
cortejo pasar.
(Rubén
Darío)
Entre los
versos compuestos cabe destacar el alejandrino
(= catorce sílabas), de gran importancia en nuestra métrica. Fue muy utilizado
por los poetas del Mester de Clerecía en el siglo XIII (cuaderna vía o
tetrástrofo monorrimo alejandrino). Desaparece prácticamente a partir del siglo
XV, para resurgir con fuerza en el Romanticismo. Los poetas modernos lo han
empleado con frecuencia
(no son raros
en el siglo XX sonetos con alejandrinos).
Otros
versos compuestos, aunque menos frecuentes, son: pentadecasílabo (= 15), hexadecasílabo (16),
heptadecasílabo (17), octodecasílabo (18), eneadecasílabo (19).
2.6.- Pausas
La
emisión de un grupo fónico requiere un descanso al final. Este descanso o pausa
está causado por la necesidad de respirar o por razones sintácticas (fin de una
oración, proposición adjetiva explicativa,
etc.). No siempre coinciden estas dos
pausas.
Podemos
encontrar varios tipos de pausas :
1)
pausa estrófica : al
final de cada estrofa. Obligatoria.
2)
pausa versal : al
final de cada verso. Es frecuente.
3)
pausa interna : en el
interior de un verso. Es la única que permite la sinalefa
Dejad que a voces / diga el bien que pierdo,
//
sin con mi llanto / a lástima os provoco ;
//
y permitidme hacer cosas de
loco, //
que parezco muy mal, / amante y cuerdo. ///
(Quevedo)
4)
cesura : pausa versal que se produce en el interior de los versos
compuestos
-¡Oh reyes- les dice- // Yo soy una niña
que oyó a los vecinos
//
pastores cantar.
Y desde la próxima
// florida campiña
miró vuestro regio //
cortejo pasar.
(Rubén
Darío)
2.7.-
Encabalgamientos
Cuando la pausa versal no coincide con la sintáctica se produce un
encabalgamiento, pues queda un sintagma cortado (parte en un verso, parte en
otro):
¡Qué
descansada vida
la del que
huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos
sabios que en el mundo han sido !
(Fray
Luis de León)
En
nuestra sintaxis hay ciertas partes de la oración que se presentan unidas en el
enunciado y que no permiten una ruptura en su interior : (a estas unidades
las llamaremos
sirremas)
1)
sustantivo + adjetivo : la
casa grande
2)
sustantivo + complemento preposicional del nombre : la casa de Pedro
3)
verbo + adverbio : Juan lee bien
4)
Pronombre átono, preposición, conjunción, artículo + el elemento que
introducen : el perro va por allí
5)
tiempos compuestos de los verbos y perífrasis verbales : debe de tener veinte años
6)
palabras que exigen preposición :
salir de paseo
7)
las oraciones adjetivas especificativas : los alumnos que estudian aprueban
Tenemos
que distinguir entre el verso
encabalgante (en el que se inicia el encabalgamiento) y verso encabalgado (en el que termina).
En
cuanto a las clases de encabalgamientos hay que distinguir los siguientes
tipos :
2.7.1.- Según la unidad sintáctica que queda rota :
2.7.1.1.- léxico : la pausa versal
divide una palabra
Y
mientras
miserable-
mente se están los otros abrasando
con sed
insacïable
del no
durable mando,
tendido yo a
la sombra esté cantando.
(Fray
Luis de León)
2.7.1.2.- sirremático : cuando la
ruptura afecta a un sirrema
Yo voy
soñando caminos
de
la tarde. ¡Las colinas
doradas, los
verdes pinos,
las polvorientas
encinas !
(A. Machado)
2.7.1.3.- oracional : cuando la ruptura afecta al antecedente y a la oración adjetiva que lo especifica
Descolorida
estaba como rosa
que ha sido fuera
de sazón cogida,
(Garcilaso)
2.7.2.- Según la longitud del verso encabalgado :
2.7.2.1.- abrupto : cuando el encabalgamiento se detiene antes de la quinta sílaba del
verso encabalgado
Mas
luego vuelve en sí el
engañado
ánimo, y conociendo el desatino,
la
rienda suelta largamente al lloro.
(Fray Luis de León)
2.7.2.2.- suave : cuando el encabalgamiento se prolonga más allá de la quinta sílaba (incluso
puede cubrir la totalidad del verso encabalgado o prolongarse en más de un
verso)
Del
mayor infanzón de aquella pura
república de grandes
hombres
era
una
vaca sustento y armadura...
(Quevedo)
3.- LA
ESTROFA
3.1.-
Definición
Un
verso aislado no tiene ningún sentido. Para que lo tenga tiene que unirse con
otros versos e integrarse bien en una estrofa, bien en un verso. En la métrica
tradicional (no ocurre lo mismo con los versos libres, como veremos) es
necesario que el número y el tipo de cada verso, así como la distribución de
las rimas, tengan una cierta relación, sean fijos y se repitan.
Según el tipo de versos que compongan
la estrofa podemos hablar de dos tipos de estrofas : las estrofas isométricas (todos los versos tienen el
mismo número de sílabas) y las estrofas
heterométricas (está constituida por dos o más versos con distinto número
de sílabas). Según el número de versos
que la componen podemos diferenciar varias clases de estrofas.
3.2.-
Formas estróficas
3.2.1.- Estrofa de dos versos :
el pareado
Es un tipo de estrofa sencillo, formada por dos versos que riman entre
sí. Los dos versos pueden tener el mismo o diferente número de sílabas. Es
frecuente en dichos populares, refranes, máximas filosóficas :
Al que
a buen árbol se arrima
buena sombra
le cobija.
3.2.2.- Estrofas de tres versos :
terceto, tercerilla
3.2.2.1.- Terceto:
tres versos de arte mayor que riman generalmente ABA
(predomina la rima consonante).
Avaro
miserable es el que encierra A
la
fecunda semilla en el granero,
B
cuando
larga escasez llora la tierra.
A
(V. Ruiz de Aguilera)
Lo habitual, sin embargo, es que el terceto no se use solo, sino en
series con otros tercetos (series de tercetos
encadenados) u otros tipos de estrofas
(con cuartetos en los sonetos) :
Pasarónse las flores del verano, A
el
otoño pasó con sus racimos,
B
pasó
el invierno con sus nieves cano ;
A
las hojas, que en las altas selvas
vimos,
B
cayeron,
y nosotros a porfía
C
en
nuestro engaño inmóviles vivimos. B
Temamos al Señor que nos envía
C
las
espigas del año y la hartura
D y la temprana pluvia y la tardía C
(Fernández de Andrade)
3.2.2.2.- Tercerilla:
tres versos de arte menor con rima consonante
a - a
Granada, Granada,
a
de
tu poderío
-
ya
no queda nada..
a
(Villaespesa)
Si la rima es asonante la llamamos
soledad (o soleá)
El ojo que ves no es
ojo
porque tú lo veas ;
es
ojo porque te ve. (A. Machado)
3.2.3.- Estrofas de cuatro
versos : seguidilla, cuarteto, serventesio, redondilla, cuarteta, tetrástrofo
monorrimo
3.2.3.1.- Seguidilla:
cuatro versos de arte menor. El 1º y 3º son heptasílabos sueltos, y el
2º y 4º pentasílabo. Rima normalmente asonante : 7-, 5a, 7-, 5a
No me mires, que miran
7-
que
nos miramos, 5a
y
verán en tus ojos 7-
que
nos amamos. 5a
(Anónimo)
A veces la seguidilla termina en bordón de tres versos : 1º y 3º
pentasílabos con rima asonante propia, y el 2º, heptasílabo, suelto.
La cebolla
es escarcha
7-
cerrada
y pobre.
5a
Escarcha
de tus días
7-
y
de mis noches. 5a Hambre y cebolla, 5b
hielo
negro y escarcha 7-
grande
y redonda.
5b
(M.
Hernández)
3.2.3.2.- Cuarteto:
cuatro versos de arte mayor (generalmente
endecasílabos), con rima consonante ABBA.
Alguna vez me angustia una certeza, 11A
y ante mí se estremece mi
futuro.
11B
Acechándole está de pronto un
muro
11B
del arrabal final en que
tropieza.
11A
(Jorge Guillén)
3.2.3.3.- Serventesio:
es una variante del cuarteto; la diferencia está en la
distribución de la rima, que es
ABAB:
Valerosos, enérgicos, tranquilos,
11A
caminan
sin dudar hacia un futuro
11B
que tramándose está con estos hilos
11A
de
un presente en fervor de claroscuro.
11B
(Jorge Guillén)
3.2.3.4.-Redondilla: cuatro versos de arte menor con rima abba.
La tarde más se oscurece;
8a
y
el camino que serpea
8b
y
débilmente blanquea, 8b
se enturbia y desaparece
8a
(A. Machado)
3.2.3.5.- Cuarteta: cuatro versos octosílabos, rima consonante
abab
Luz del alma, luz divina,
8a
faro,
antorcha, estrella, sol...
8b
Un hombre a tientas camina;
8a
lleva a la espalda un farol.
8b
(A. Machado)
Existe
también la cuarteta asonantada o tirana, de carácter popular.
Cuatro versos de arte menor con rima asonante en los
versos pares:
Por una mirada un
mundo,
8-
por una sonrisa un cielo,
8a
por un beso, yo no sé
8-
qué
te diera por un beso. 8a
(Bécquer)
3.2.3.6.- Tetrástrofo monorrimo alejandrino
(cuaderna vía). Es un
cuarteto formado por cuatro versos
alejandrinos con una sola rima: AAAA.
Fue la
estrofa que emplearon nuestros poetas en los
siglos
XIII y XIV
(Gonzalo de
Berceo, Poema de Fernán González, Libro de
Alexandre,).
Vistie a los desnudos, apacie los famnientos,
14 A
acogie
los romeos que vinien fridolientos,
14
A
daba
a los errados buenos castigamientos
14
A
que
se penitenciasen de todos fallimentos. 14
A
(Berceo)
3.2.4.- Estrofas de cinco versos: quintilla, quinteto, lira
3.2.4.1.-
Quintilla: cinco versos de arte menor,
rima consonante, que se
combinan con libertad, pero respetando
las siguientes normas :
1)
no pueden rimar más de dos versos seguidos
2)
los dos últimos no pueden formar pareado
3)
no debe quedar ninguno suelto
Las estructuras posibles son:
ababa, abaab, abbab, aabab, aabba
Los vallados y los hoyos,
8a
en las viñas igualados,
8b
de nieve estaban cuajados,
8b
pareciendo los arroyos
8a
lazos de plata en los prados.
8b
Ya se
juntaban en corros,
8c
ovejas, perros, cachorros,
8c
buscando defensas hartas,
8d
el rico en ropas de martas
8d
y el pobre en toscos aforros.
8c
(Lope
de Vega)
3.2.4.2.- Quinteto: igual que la quintilla pero con versos de arte mayor.
Desierto está el jardín... De su tardanza
11A
no adivino el motivo... El tiempo avanza...
11A
Duda tenaz, no turbes mi reposo.
11B
Comienza a
vacilar mi confianza...
11A
El miedo me hace ser supersticioso.
11B
(Ricardo Gil)
3.2.4.3.- Lira: cinco versos (1º,
3º, 4º = heptasílabos;2º y 5º endecasílabos),
con
rima consonante aBabB (7a, 11B, 7a, 7b, 11B).
Si de mi baja lira
7a
tanto
pudiese el son, que en un momento
11B
aplacase
la ira
7a
del
animoso viento,
7b
y
la furia del mar en movimiento.
11B
(Garcilaso)
3.2.5.- Estrofas de seis versos: sexteto
lira, sexta rima, sextilla
3.2.5.1.- Sexteto-lira: formada
por heptasílabos y endecasílabos, alternados.
Su rima es aBaBcC
¿Tornarás por ventura
7a
a ser de
nuevas olas, nao, llevada
11B
a probar la ventura
7a
del mar,
que tanto tienes ya probada? 11 B
¡Oh! Que es gran desconcierto.
7c
¡Oh! Toma ya seguro, estable puerto.
11C
(Fray
Luis de León)
San Juan de
la Cruz empleó también esta estrofa, pero disponiendo los
metros y las rimas simétricamente:
¡Oh
llama de amor viva,
7a
que tiernamente hieres
7b
de mi alma en el más profundo centro!
11C
pues ya no eres esquiva,
7a
acaba ya, si quieres;
7b
rompe
la tela deste dulce encuentro.
11C
3.2.5.2.- Sexta rima:
seis endecasílabos, cuya rima es: ABABCC (puede
haber variantes).
Mas no le falta con quietud segura
11A
de varios bienes rica y sana vida;
11B
los anchos campos, lagos de agua pura;
11A
la cueva, la floresta divertida,
11B
las presas, el balar de los ganados,
11C
los apacibles sueños no inquietados.
11C
(N. Fernández de Moratín)
3.2.5.3.- Sextilla: versos de arte menor con varias combinaciones
de rima
(generalmente
consonante) : aabaab, abcabc ababab, etc.
Sus
fijos e su conpaña
8a
Dios, padre espiritual,
8b
de çeguedat atamaña
8a
guarde e de coyta atal;
8b
sus ganados e cabaña
8a
Sant'Antón guarde de mal.
8b
(Arcipreste de Hita)
La
sextilla más conocida es la llamada Copla
de pie quebrado (copla
manriqueña)
en la que los versos tercero y sexto son tetrasílabos, en lugar de octosílabos, como en
el resto de la estrofa.
¿Qué se
hicieron las damas,
8a
sus tocados, sus vestidos, 8b
sus olores?
4c
¿Qué se hicieron las llamas
8a
de los fuegos encendidos 8b
de amadores?
4c
3.2.6.- Estrofas de siete
versos: séptima, seguidilla compuesta
3.2.6.1.- Séptima: siete versos
de arte mayor, rima a gusto del poeta
(condición: tres versos
seguidos no pueden tener la misma rima total).
Yo siento ahora que en mi ser se agita
11
-
grandiosa inspiración, cual fuego hirviente
11
A
que se resuelve en el profundo seno 11
-
de combusto volcán, y rudamente
11
A
a las rocas conmueve. Se levanta
11
B
y se eleva mi ardiente fantasía
11 -
en alas de lo ideal y mi voz canta. 11
B
(Rubén Darío)
3.2.6.2.- Seguidilla compuesta:
versos de arte menor. A la seguidilla
simple
se le añaden tres versos
más, combinando los heptasílabos y pentasílabos del siguiente modo:
7 - 5 -
7 - 5 - 5 - 7 - 5 (vid. 3.2.3.1)
En las sierras de Soria
7-
azul y nieve, 5a
leñador es mi amante
7-
de pinos verdes.
5a
¡Quién fuera el águila
5b
para ver a mi dueño 7-
cortando ramas! 5b
(A.Machado)
3.2.7.- Estrofas de ocho versos: copla
de arte mayor, octava real, octavilla
3.2.7.1.-
Copla de arte mayor:
versos generalmente
dodecasílabos, con la
siguiente combinación de rima: ABBAACCA
Assí lamentaua la
pía matrona
12A
al
fijo querido que muerto tú viste,
12B
faziéndole
encima semblante de triste,
12B
segund
al que pare faze la leona;
12A
pues
donde podría pensar la persona
12A
los
daños que causa la triste demanda
12C
de
la discordia el reyno que anda,
12C
donde
non gana ninguno corona.
12A
(Juan
de Mena)
3.2.7.2.- Octava real: también se
llama octava rima. Ocho versos
endecasílabos, rima consonante.
Estructura : 11A, 11B, 11A, 11B,
11A,11B,
11C, 11C.
En el lumbroso y fértil Oriente,
11A
adonde
más el cielo está templado,
11B
vive
una sosegada y dulce gente, 11A
la
cual en sólo amar pone cuidado.
11B
Ésta
jamás padece otro accidente
11A
si
no es aquél que amores han causado; 11B
aquí
gobierna y siempre gobernó
11C
aquella
reina que en la mar nació.
11C
(Boscán)
3.2.7.3.- Octavilla: ocho versos
octosílabos, rima consonante. A veces se
trata de la reduplicación de dos
redondillas. Puede presentar otras formas.
La mayor cuita que
haber
8a
puede ningún amador
8b
es
membrarse del placer
8a
en
el tiempo del dolor;
8b
e
ya sea que el ardor
8b
del
fuego nos atormenta, 8c
mayor
dolor nos aumenta
8c
esta
tristeza y langor. 8b
(Marqués
de Santillana)
3.2.8.- Estrofa de diez versos: décima (o décima espinela).
Estrofa de diez
versos octosílabos, rima consonante, con
estructura abbaaccddc.
Sueña el rico en su riqueza,
8a
que
más cuidados le ofrece; 8b
sueña
el pobre que padece
8b
su
miseria y su pobreza ;
8a
sueña
el que a medrar empieza, 8a
sueña
el que afana y pretende; 8c
sueña
el que agravia y ofende; 8c
y
en el mundo, en conclusión, 8d
todos sueñan lo que son 8d
aunque ninguno lo entiende. 8c
4.- EL POEMA
4.1.- Definición
El poema es la realidad
rítmica superior. Se distinguen poemas
estróficos y no estróficos (poemas
no estructurados en estrofas). Dentro de los estróficos, a su vez, encontramos
los poemas monoestróficos (una sola
estrofa), y los poemas poliestróficos
(constituidos por varias estrofas
iguales o diferentes).
4.2.- Poemas estróficos :
soneto, villancico, zéjel
4.2.1.-
Soneto : consta de catorce versos, divididos en cuatro estrofas (dos
cuartetos
y dos tercetos). El esquema clásico
es el siguiente:
11A, 11B, 11B, 11A / 11A,
11B, 11B, 11A / 11C, 11D, 11C
/ 11D, 11C, 11D.
La disposición CDC - DCD de las rimas de los tercetos es
bastante frecuente, aunque
también se utilizan otras
combinaciones, como CDE - CDE , CDE DCE, etc.
En tanto que de rosa y de azucena
se
muestra la color en vuestro gesto,
y
que
vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco,
enhiesto,
el viento mueve, esparze
y
desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el
dulce fruto antes que el tiempo
ayrado
cubra
de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo
lo mudará la edad ligera
por
no hazer mudanza en su costumbre.
(Garcilaso)
En la poesía del siglo XX
se introducen muchas veces modificaciones más o menos importantes que afectan a
la disposición de la rima, la medida de los versos, etc. Veamos un ejemplo de
un soneto de Rubén Darío en versos alejandrinos :
Es algo formidable que vio la vieja raza;
robusto tronco de árbol al hombro
de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida
maza
blandiera el brazo de Hércules, o el
brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en
la región,
lancero de los bosques, Nemrod que
todo caza,
desjarretar un toro, o estrangular
un león.
Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día
le
vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del
titán.
«El Toqui, el Toqui», clama la conmovida
casta.
Anduvo,
anduvo, anduvo. La aurora dijo: «Basta»,
e
irguióse la alta frente del gran Caupolicán.
(Rubén Darío)
4.2.2.-
Villancico: escrito en versos octosílabos o hexasílabos. Se divide en dos
partes:
a)
el estribillo: consta de dos o cuatro versos. Se repite a lo largo de toda la
composición, a veces completo y sin variación, y otras veces, partes de él y con
variaciones
b)
el pie: estrofa de seis o siete versos, de los que el último
o los dos últimos han de rimar con todo el estribillo o con su parte final. Es
diferente en cada nueva estrofa:
Verde verderol,
endulza
la puesta del sol.
Palacio de encanto
el
pinar tardío,
arrulla
con llanto
la
huida del río.
Allí el nido umbrío
tiene el verderol:
Verde verderol,
endulza
la puesta del sol.
La última brisa
es
suspiradora;
el
sol irisa
el
pino que llora.
¡Vaga
y lenta hora
nuestra,
verderol!
Verde verderol,
¡endulza
la puesta del sol!
Soledad y calma;
silencio
y grandeza.
La
choza del alma
se
recoge y reza.
De
pronto, ¡oh belleza!,
canta
el verderol.
Verde verderol, ¡endulza la puesta del sol! (Juan Ramón Jiménez)
Una variante del
villancico es la letrilla, que se
diferencia más por el contenido que
por
la forma: la letrilla tiene un tono burlesco y satírico.
«Poderoso caballero
es
Don Dinero.»
Madre, yo al oro me humillo:
Él
es mi amante y mi amado,
pues
de puro enamorado,
de
continuo anda amarillo;
que,
pues doblón o sencillo,
hace
todo cuanto quiero,
«Poderoso caballero
es
Don Dinero.»
Nace en las Indias honrado,
donde
el mundo le acompaña;
viene
a morir en España
y
en Génova es enterrado.
Y,
pues, quien le trae al lado
es
hermoso aunque sea fiero.
«Poderoso caballero
es
Don Dinero.»
(Quevedo)
4.2.3.-
El
zéjel: composición de origen mozárabe. Suele estar escrito en
octosílabos
y su distribución es la
siguiente:
a)
estribillo
de uno o dos versos
b)
mudanza: tres versos monorrimos
c)
vuelta: un cuarto verso que rima con el estribillo
El esquema básico sería
el siguiente : aa - bbba
Dicen que me case yo:
no
quiero marido, no.
Más quiero vivir segura
n'esta
sierra a mi soltura,
que
no estar en ventura
si
casare bien o no.
Dicen que me case yo:
no
quiero marido, no.
Madre, no seré casada
por
no ver vida cansada,
o quizá mal empleada
la gracia que Dios me dio.
Dicen que me case yo:
no
quiero marido, no.
No será ni es nacido
tal para ser mi marido;
y
pues que tengo sabido
que
la flor ya me la só,
Dicen que me case yo:
no
quiero marido, no.
(Gil Vicente)
(El zéjel y el villancico se
diferencian sobre todo en la mudanza: en el villancico es una redondilla o
cuarteta, y en el zéjel es un monorrimo; otra diferencia se suele encontrar en
el estribillo: en el villancico generalmente es de tres o cuatro versos,
mientras que en el zéjel suelen ser dos)
4.3.- Poemas no
estróficos: romance, silva, versos sueltos, verso libre
4.3.1.-
El romance: serie indefinida de octosílabos, con rima asonante
en los pares
Fontefrida, Fontefrida,
Fontefrida
y con amor,
do
todas las avecicas
van
tomar consolación,
si
no es la Tortolica.
que
está viuda y con dolor.
Por
allí fuera a pasar
el
traidor de Ruiseñor;
las
palabras que le dice
llenas
son de traición:
-Si
tú quisieses, señora,
yo sería tu servidor.
-Vete
de ahí, enemigo,
malo, falso, engañador,
que
ni poso en ramo verde
ni
en prado que tenga flor;
que
si el agua hallo clara,
turbia la bebía yo;
que
no quiero haber marido
porque hijos no haya, no;
no
quiero placer con ellos,
ni
menos consolación.
¡Déjame,
triste enemigo,
malo,
falso, ruin, traidor,
que
no quiero ser tu amiga
ni
casar contigo, no!
Variantes del romance
octosilábico:
1)
endecha: con versos heptasílabos
2)
romancillo: seis sílabas o menos
3)
romance heroico: versos de once sílabas
4.3.2.- La silva :
serie ilimitada de versos
en la que se combinan a voluntad del poeta
versos
de siete y de once sílabas (a veces se permite la entrada de versos sueltos).
La rima puede ser consonante y asonante.
El poeta puede establecer divisiones
espaciales
que recuerdan a la división estrófica.
Era del año la estación florida
en que el mentido robador de Europa
-media Luna las armas de su frente,
y el Sol todos los rayos de su pelo-,
luciente honor del cielo,
en campos de zafiro pasce estrellas;
cuando el que ministrar podía la copa
a Júpiter mejor que el garzón de Ida,
-náufrago y desdeñado, sobre
ausente-,
lagrimosas, de amor, dulces querellas
da al mar; que condolido,
fue a las ondas, fue al viento
el mísero gemido,
segundo de Arïón dulce instrumento.
(Góngora)
4.3.3.- Poemas con versos
sueltos:
reciben el nombre de versos
sueltos aquellos
que aparecen aislados en composiciones cuyos
versos sí tienen rima.
4.3.4.- Poemas de versos blancos: poemas en los que no hay rima entre los versos, aunque todos tengan la misma medida.
4.3.4.-
Poemas en versos libres:
el verso libre es una
ruptura casi total con las
formas métricas tradicionales. Muy
utilizado en nuestro siglo. Se caracteriza por:
a)
ausencia de rima
b)
ausencia de estrofas
c)
ausencia de medida en los versos
d)
ruptura sintáctica de la frase
Esto no quiere decir
que el poema no tenga ritmo. Lo que ocurre es que éste se
consigue
por otros medios : repetición de estructuras sintácticas (paralelismos),
figuras de repetición (anáforas, geminación, etc.), repeticiones
léxicas, disposición
de
los acentos, etc.
¡Ah,
Miss X, Miss X: 20 años!
Blusas en las ventanas,
los
peluqueros
lloran
sin tu melena
-fuego rubio cortado-.
¡Ah,
Miss X, Miss X sin sombrero.
alba
sin colorete,
sola
tan
libre,
tú,
en
el viento!
No
llevabas pendientes.
Las
modistas de blanco en los balcones,
perdidas por el cielo.
-¡A
ver!
¡Al fin!
¿Qué?
¡No!
Sólo
era un pájaro,
no
tú,
Miss
X niña..
(Rafael Alberti)
Bibliografía
QUILIS, Antonio: Métrica
española, Aula Magna, Madrid, 1978 (Estos apuntes son un resumen de este libro básico para el estudio de la métrica española. Se han revisado algunos aspectos y se han introducido algunas aportaciones) |