Libros para mayores |
|
|
|
Novelas para
jóvenes ACLARACIÓN PREVIA: La clasificación por edades es puramente orientativa. Hay libros que son para todas las edades y otros que dependen de la madurez de cada persona, de su estado de ánimo, de su capacidad lectora, de su sensibilidad, de tantos factores que hacen de cada persona única.
+18 años Clásicos de la literatura universal para leer despacio, disfrutar y aprender Selección personal y reducida de obras representativas de la literatura occidental, dirigida a un público general, no especializado. Por eso omitimos esas obras maestras consideradas "infumables" para un lector medio. En algunas se sugieren una determinada traducción (especialmente en las más antiguas, por su adaptación al lenguaje actual, sin perder su esencia) para facilitar su lectura.
El nacimiento de la literatura
Si no quieres leerlos enteros, puedes seleccionar, para conocer lo básico de la cultura occidental los cuatro Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) y los Hechos de los Apóstoles -esto lo correspondiente al Nuevo Testamento, aunque sea empezar por el final del libro-. Del Antiguo Testamento, las narraciones del Génesis y Éxodo (desde la Creación hasta la entrega a Moisés de las Tablas de la Ley), los libros de Samuel (centrados en la figura del rey David), y los breves relatos de Ruth, Tobías, Judit, Ester y Job. Y si quieres unir poesía y sabiduría: los Salmos (atribuidos a David), el Cantar de los Cantares (con la magnífica traducción de Fray Luis de León por el que fue denunciado), Proverbios, Eclesiastés y el Libro de la Sabiduría.
La Edad Media, Renacimiento y Barroco
Son pocas, todavía, las adaptaciones de obras clásicas en castellano. Hay todavía demasiado respeto por ellas. Esta adaptación de El Conde Lucanor, de Emilia Navarro de la Editorial Bambú, es muy accesible para cualquier edad y transmite muy bien el pensamiento y los valores del caballero medieval que D. Juan Manuel pone en boca del Conde Lucanor y su consejero Patronio. Recientemente apareció los cuentos de Calila e Dimna, adaptados por José María Merino en Página de Espuma. También el Poema de Mio Cid, adaptado por Francisco López Estrada en la Editorial Castalia (en la interesante Colección Odres Nuevos). La Biblioteca Didáctica Anaya tiene numerosas obras clásicas castellanas: La Celestina, Fuente Ovejuna, El alcalde de Zalamea o El caballero de Olmedo que están muy bien anotadas y con introducciones que nos ambientan en la época.
En la literatura medieval, en otras lenguas, es muy interesante El cuento del Grial, de Chrétien de Troyes, una obra inacabada del s. XII que cuenta las primeras aventuras de Perceval en la corte del rey Arturo y sus caballeros. Una obra muy sencilla e inocente de la que derivarán tantas historias conocidas. Otra obra interesante, del siglo XIII, es el anónimo Cantar de los Nibelungos, de origen germano, un cantar de gesta de las trágicas aventuras del joven Sigfrido y la bella Krimilda.
Es difícil saber cuándo se ha de leer El Quijote. Cada persona tiene su tiempo. Algo se debe estudiar en la época escolar, lógicamente. Algunos -pocos, y cada vez menos- quedan pronto prendados por la humanísima figura del flacucho hidalgo manchego. Otros, hasta su época universitaria no llegarán a disfrutar de sus disparatadas historias. Pero la mayor parte no lo harán hasta su época adulta. Entonces descubrirán que este inocente e ingenuo caballero no representa sino a nuestra propia naturaleza humana con toda su grandeza y miseria, con sus sueños, ilusiones y anhelos. Es una novela para leer poco a poco, aunque en su momento fue un best-seller, y así se leyó, hoy necesitamos digerirlo a pequeños sorbos.
Aunque el teatro está para ser representado, podemos disfrutar leyendo el teatro de Shakespeare. En él encontramos reflejados los distintos modelos del actuar humano: la duda de Hamlet, la ambición de Macbeth y su esposa, la traición de las hijas de buen rey Lear. Toda una retahíla de personajes con sus virtudes y defectos, reflejados también en sus comedias. De entre sus obras podemos destacar las tragedias Hamlet, Macbeth, El Rey Lear y Romeo y Julieta; las comedias El sueño de una noche de verano, Noche de reyes y El mercader de Venecia; y el drama histórico Enrique V. Del teatro clásico francés, lo más conocido son las comedias corrosivas de Molière, en las lleva al extremo los vicios de personajes ridículos, como podemos comprobar en la famosa comedia El avaro. Como obra trágica destacamos la tragedia Fedra de Racine, una reelaboración del mito griego fijándose en las obras de Eurípides y Séneca.
El siglo XIX Los cuentos del siglo XIX. El siglo XIX se caracterizó por un renacimiento del cuento. Aunque el hombre siempre ha contado cuentos y se conservan colecciones de ellos en todas las tradiciones literarias, hasta este siglo no se trabajó como un género singular. Citaremos algunos autores y sus más conocidas historias. Edgar Allan Poe y sus obras de terror como El retrato oval, El corazón delator y El gato negro. Junto con Poe, el otro autor que inicia las narraciones inquietantes, de misterio y elementos fantásticos es Hoffmann, del que puedes leer El hombre de la arena. Nikolai Gogol: el iniciador del realismo ruso con El capote , aunque si quieres una historia llena de nacionalismo romántico, lee Taras Bulba. Charles Dickens. con sus famosos Cuentos de Navidad. (1837). Los cuentos, aparentemente para niños, de Óscar Wilde. Los incisivos relatos (más bien, novelas cortas) de Iván Turgueniev: Primer amor (1860); Padres e hijos y Relato de un hombre superfluo. No puede faltar los clásicos Cuentos populares de los hermanos Grimm; los Cuentos de la Alhambra de Washington Irving y las Leyendas de Bécquer. El cuento naturalista francés, representado por El collar de Maupassant y Un corazón sencillo de Flaubert. Y terminamos citando a quien supo tocar la fibra sensible de sus lectores con sus historias, a Tolstoi; destacamos: El poder de la infancia, Pobres gentes, Sin querer, ¿Cuánta tierra necesita un hombre?, etc.
Las grandes novelas del siglo XIX Es una novela de personajes. Se analiza en interior de la persona: sus pensamientos, inquietudes, temores, anhelos. En la primera parte de este siglo, cuando predomina el Romanticismo, en el protagonista prima el sentimiento sobre la razón, y es frecuente la acción, en ocasiones trepidante. En la segunda parte, durante el Realismo y más en el Naturalismo, la acción queda relegada a un segundo plano y se fijan especialmente en la evolución psicológica de los personajes. En Realismo pretende mostrar, sin interpretar, la realidad tal cual es; los protagonistas son, en general, miembros de una clase acomodada (la burguesía). En el Naturalismo el escritor se escora obsesivamente hacia personajes marginales y enfermizos.
– Cumbres borrascosas de Emily Brontë. (1847). Autora también de Jane Eyre. Otro clásico de la literatura inglesa que fue recibido con frialdad por la crítica del momento y que fue tomando solera con el tiempo. Cuenta las tempestuosas relaciones entre Heathcliff y Catherine. Una historia de odios, rencores y perdón. Nada que ver con la vida idealizada por Austen.
– Eugenia Grandet de Honore de Balzac (1833). Es una de las novelas que componen su gran producción La comedia humana en la que pretende, siguiendo las pautas el incipiente estilo del Realismo, describir todos los personajes y estamentos de la sociedad francesa de comienzos del siglo XIX. En este caso es la historia de una sencilla e ingenua chiquilla, Eugenia. Es educada estrictamente por su padre, un avaro y ambicioso nuevo rico provinciano. Pero esa educación de adoración de la riqueza no hace mella en su hija, de natural alegre y generosa. Ello le traerá problemas con la llegada de su primo, un joven apuesto pero que acaba de quedarse huérfano y en la miseria.
– El conde de Montecristo de Alejandro Dumas (1845). Una de las más grandes novelas de aventuras que cuenta la historia de una venganza por una grave traición de unos amigos que le acarreó al protagonista un injusto encarcelamiento. Como las grandes historias, tiene su inspiración en hechos reales. La acción transcurre en el Mediterráneo, Francia e Italia, durante el primer tercio del siglo XIX. Contiene, además de los ingredientes de las novelas de aventuras, los temas de la justicia, amistad, honor, venganza, piedad y perdón.
– Moby-Dick de Herman Melville (1851). Tiene relación con la obra anterior: la inspiración del autor en un hecho real. Melville utilizó esa anécdota para crear un riquísimo mundo interior en la figura del capitán Ahab junto con una pormenorizada descripción de la vida marinera de la época. Su ritmo lento la hace, al comienzo, difícil de leer. Eso sí, como te enganche, la considerarás una de las mejores novelas jamás leídas.
Crimen y castigo / Los hermanos Karamazov / El idiota / El jugador (Novela corta) de Fiodor Dostoievski. Ana Karenina / Guerra y paz / La sonata a Kreutzer, La muerte de Iván Ilich y La felicidad conyugal (Novelas cortas) de León Tolstoi. ¿Quién como Dostoievski para penetrar en lo más profundo, recóndito y escondido del alma humana? Tolstoi es el novelista del alma rusa. El primero expresa como nadie el alma del hombre torturado por su entorno y su conciencia. El segundo, comienza desnudando la alta sociedad burguesa para llegar al alma del campesino ruso. Bien es cierto que en el mundo actual de la inmediatez y de los eslóganes superficiales, cuesta adentrarse en las novelas de estos autores. Pero si vencemos esta primera barrera se disfrutará de una literatura de una calidad y profundidad insuperable. En ellas conoceremos unos personajes que nos acompañarán siempre: Rodia, Sofía y Dunia (Crimen y castigo), Aliosha, Vania, Mitia y Zósimo (Los hermanos Karamazov), el príncipe Myshkin (El idiota), Ana, Vronski, Lyovin y Kitty (Ana Karenina), Natasha, Pierre, el príncipe Andréi, Nikolái, María... (Guerra y paz), etc.
El universo de las obras de Dickens gira en torno a tres pilares. En primer lugar, es el novelista de la vida cotidiana: en su mundo, las historias se desarrollan en la familia y el trabajo. En segundo lugar, el escritor muestra predilección por los pobres, los humildes y, especialmente, los niños. Por último, a pesar de las dificultades y de la angustia existencial, sus libros siempre acaban con un final feliz y en sus personajes hay un sentido de trascendencia que les permite encontrar la alegría y la esperanza de vivir. Las dos mejores obras son, probablemente, aquellas que llena de rasgos autobiográficos de su infancia: Oliver Twist y David Copperfield. No podemos dejar de leer el breve Cuento de Navidad ni Historia de dos ciudades, una obra diferente, una novela histórica situada durante la Revolución Francesa. Notables son Casa desolada, La pequeña Dorrit o Tiempos difíciles.
La novela en siglo XX Entramos en el siglo de la aniquilación del hombre a gran escala. Tiempo de guerras despiadadas como jamás habían sido imaginadas. Época también de totalitarismos que asfixian a la persona que piensa al margen del sistema. En consecuencia, la novela arrastrará esta visión fatalista de la vida humana. La nueva visión del hombre (nihilista, existencialista, escapista, modernista, etc.) desplaza a los modelos tradicionales literario. No obstante, esta lista de estilos variados.
– El extranjero de Albert Camus (1942). Sin los elementos fantásticos de La metamorfosis pero con el mismo fondo nihilista escribió Camus la mayoría de sus obras. Esta fue su primera obra. En ella el protagonista, Meursault aceptará su condena a muerte por un asesinato sin mostrar ni arrepentimiento, ni miedo, ni sorgullo, ni entimiento humano alguno. Por más que intentan humanizarlo a través del amor, la amistad o el miedo, no reacciona ya que tiene asumido el absurdo de la vida y, por consiguiente, su fortaleza está precisamente en ese ateísmo práctico.
Novela de aventuras y de pensamiento escrita a comienzos de siglo por este autor de relatos de aventuras (principalmente sobre animales y los habitantes de las regiones australes). Durante su juventud fue absorbido por las ideas de Nietzsche. En este libro, contado en primera persona por su protagonista, un náufrago rescatado del mar por un capitán sin escrúpulos que simplemente necesitaba un pinche de cocina por la muerte del anterior. Se producirá una larga lucha dialéctica entre él y el capitán Lobo Larsen en el que cada cual llevará hasta el final de las aventuras sus convicciones. Muy interesante para estudiantes de filosofía (además de leerla como una simple novela de aventuras).
– El halcón maltés de Dashiell Hammet (1930). Modelo de novela negra. Una novela policíaca, nacida de la época de los gansters donde el detective privado trabaja a base de sus puños, inteligencia y contactos en el hampa de donde rara vez sale su la cara partida y algunas costillas rotas.
– El poder y la gloria de Graham Greene (1940). Novela de corte existencialista. Cuenta la profunda lucha interior de un sacerdote, que se considera poco ejemplar, que es buscado durante las matanzas y persecuciones del clero católico en el México revolucionario hacia 1930 durante la Guerra Cristera. A pesar de considerarse un cobarde se juega la vida continuamente por administrar los sacramentos.
– El principito de Antoine Saint-Exupery. 1943. La novela francesa más leída y traducida de todos los tiempos. Curioso, sí. Se trata de un libro, aparentemente infantil, que trata, en realidad, de temas profundos relacionados con el sentido de la vida, la soledad, la amistad, el amor y su pérdida.
– El gran Meaulnes de Alain-Fournier. 1913. Si la anterior es la más leída, a ésta la consideran la mejor francesa de los últimos siglos. No sé si es para tanto. Relata la historia del impulsivo y temerario joven Augustin que busca su amor perdido. En esa búsqueda pasará de la infancia a la madurez.
– Las uvas de la ira de John Steinbeck (1939). Obra de denuncia por la que recibió el Premio Pulitzer. Ambientada en las consecuencias de la crisis económica de 1929 en Norteamérica. Los pequeños productores agrícolas son expulsados de sus tierras por cambios en las condiciones de explotación de las mismas y obligados a emigrar a California para poder sobrevivir. La historia se concreta en la familia Joad en su éxodo desde Oklahoma hacia California en busca de mejores condiciones de vida. Steinbeck exalta los valores de la justicia y la dignidad humana en un país que vive una etapa de profunda injusticia económica y política.
– El guardián entre el centeno de J. D. Salinger. 1951. Novela icono de la juventud estadounidense. Tiembla si conoces a quienes se sienten muy identificados con el protagonista. Es posible que seas tú mismo. Contado en primera persona por su protagonista, un jovencito neoyorquino de 16 años que le acaban de comunicar, el día que por las fiestas de Navidad regresa a casa, de que ha sido expulsado de su escuela por una pelea. Lógicamente, como modelo de adolescente rebelde con todo y con todos, no acepta semejante injusticia. Y nos comienza a dar su versión de los hechos, comenzado desde el principio de los tiempos.
– El señor de las moscas de William Golding (1954). Novela que desafía la teoría (todavía vigente en los planes de estudios de nuestra querida Europa) del buen salvaje de Rousseau. Un avión cargado de colegiales se estrella en un isla desierta. Sólo algunos de ellos sobreviven y deciden organizarse para poder salir con vida de allí. Pero no es una novela al estilo de Dos años de vacaciones de Julio Verne. Enseguida surgen disputas y enfrentamientos que les hará progresivamente animalizarse. Su lectura pausada lleva a una serie de reflexiones interesantes sobre muy variados temas de actualidad. Su autor recibió el Premio Nobel en 1983.
– Pedro Páramo de Juan Rulfo. (1955). Novela considerada precursora del realismo mágico que luego se extenderá en la novela hispanoamericana (su representante más universal será García Márquez). En ella los elementos reales e irreales, pasado y presente, fantásticos, míticos o sueños tienen cabida en el mismo plano, lo que dificulta, lógicamente la comprensión de la historia. Esta se inicia en primera persona que cuenta lo que va encontrándose al regresar a su pueblo, Comala, para reclamar a su padre lo que le corresponde. Lo hace por la promesa hecha a su madre en el lecho de muerte.
Novela que recrea la vida en un pueblecito del sur de Estados Unidos (Maycomb), en los años treinta. Este pequeño mundo, con sus alegrías y tristezas, va siendo descubierto por los ojos infantiles de la protagonista (Scout). En su aparente simplicidad temática se descubre un mundo cálido, tierno y profundo a la vez. Una novela que nos habla de la dignidad de la persona. El racismo, la educación de los niños, son temas maravillosamente tratado en esa historia en la que no pasa nada y pasan muchas cosas, que se lee con agrado de principio a fin. Al tratarse de una historia de niños es muy asequible para cualquier público pero indudablemente es el lector adulto el que sacará partido al fondo de la narración.
– La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza. (1975) (RBA 432 pág.). Novela de 1975 que rompe el mediocre panorama literario español del momento. Aunque con rasgos de novela experimental, hay una preocupación por la trama -resolver el caso el asesinato de un industrial catalán que vende armas a los aliados durante la Primera Guerra Mundial-, un lenguaje cuidado con variedad de técnicas narrativas. Es una novela distintas a otras del autor, famoso por sus novelas parodias como Sin noticias de Gurb o La aventura del tocador de señoras.
El futuro que nos espera – Fahrenheit 451 de Ray Bradbury (1953. Bambú. 189 pág.) Una de las primeras "distopías" (el mundo del futuro cuando algo terrible ha sucedido porque la sociedad no es tan perfecto como la pretenden mostrar) donde los bomberos queman libros, porque hacen pensar y eso no es bueno para la felicidad del hombre. Un tema muy actual. El protagonista es uno de esos bomberos, Guy Montag, al que una joven vecina le plantea cuestiones que le hacen reflexionar sobre el mundo que esconden los libros.
– El hombre que fue Jueves de G. K. Chesterton. (1908). Novela ingeniosa e inclasificable de Chesterton; mezcla de novela policíaca, de espías, apocalíptica... Se desarrolla la trama en un ficticio suburbio londinense -Saffron Park- en el que el agente Gabriel Syme es reclutado por Scotland Yard para desentrañar una trama anarquista y para ello deberá infiltrarse en una de sus reuniones secretas. Gracias a su facilidad de palabra e ingenio, Syme consigue ser elegido representante local del Consejo de Anarquistas y recibe el nombre de Jueves. Pero pronto descubre que el resto de los miembros son también policías infiltrados y que todo se trata de un plan ideado por Domingo, el enigmático líder del Consejo. Con el fino sentido del humor de Chesterton lanza sus venablos envenenados contra la filosofía de Schopenhauer, encarnada en el profesor de Worms, contra el pensamiento de Nietzsche o la ideología anarquista emergente de su tiempo. Según Chesterton, se trataba de un nuevo tipo de novela, una historia en la que se tipifican pensamientos modernos, pero no con argumentos, sino con incidentes simbólicos: una comedia alegórica.
– 1984 de George Orwell. (1949). El autor de Rebelión en la granja -una ácida crítica a sistema político soviético- continúa profundizando en los regímenes totalitarios (desde una visión también de izquierdas profundamente desencantada y desesperanzada). En esta ocasión el protagonista, Winston Smith, decide rebelarse ante un sistema que controla la totalidad de los movimientos de sus ciudadanos y castiga incluso a aquellos que delinquen con el pensamiento. Consciente de las terribles consecuencias que puede acarrear la disidencia, Winston se une a la ambigua Hermandad por mediación del líder O'Brien. Paulatinamente, sin embargo, nuestro protagonista va comprendiendo que ni la Hermandad ni O'Brien son lo que aparentan, y que la rebelión, al cabo, quizá sea un objetivo inalcanzable. Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos, es una de las novelas más inquietantes y atractivas de este siglo.
– Un mundo feliz de Aldous Huxley. (1949). Coincide Huxley y Orwell en la misma visión desesperanzada del mundo y del hombre. Paradógicamente, los dos escriben el mismo año sendas novelas visionarias que presentan mundos impensables entonces y terriblemente cercanos hoy. En esta ocasión, el título nos habla de un mundo utópico, donde la Humanidad ha conseguido aislar aquello que provocaba infelicidad y conflicto en los hombre -hambre, guerra, enfermedades- y todos viven felices. Los seres humanos son creados en probetas y en serie; y desde que son fecundados se decide a que grupo pertenecerán: si serán un Epsilon, dedicados a las tareas manuales, feos y vestidos de caqui, si serán Gamma, Beta... o pertenecerán al grupo Alpha, el de los científicos, los bellos, lo mejor y que son quienes deciden el futuro del planeta.
La evolución del teatro contemporáneo – Casa de muñecas de Henry Ibsen. 1879. Drama. – La importancia de llamarse Ernesto de Óscar Wilde. 1895. Comedia. – Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand. 1897. Drama. – Esperando a Godot. de Samuel Beckett. (1953) – La evitable ascensión de Arturo Ui. B. Bretch. (1941) – Seis personajes en busca de un autor de Luigi Pirandello. (1921)
Novelas autobiográficas, relatos personales y testimonios
Takashi Nagai (1908-1951) fue un científico japonés casado y con dos hijos. Impulsó generosamente la medicina moderna en su país a costa de su propia salud. El ejercicio de la radiología le supuso una leucemia que no le impidió sin embargo continuar con una vida de intenso trabajo. Sobrevivió seis años a la bomba atómica de Nagasaki, la mayor parte de ellos postrado en una cama. Escribió libros, ayudó a muchas personas y fue considerado un héroe nacional en su país. El hecho clave de su vida como adulto, y que explica su fuerza interior, fue su conversión al catolicismo. Impulsado por la lectura de los Pensamientos de Pascal, persiguió la verdad sin descanso, con valentía y honradez. Pasó del sintoísmo al racionalismo ateo y más tarde, resueltas sus dudas y aclaradas las relaciones entre la fe y la razón, y arrastrado por el ejemplo de vida de los cristianos que conocía, abrazó con todas las consecuencias su vocación. La suya es una historia verdaderamente impresionante y conmovedora. Fue un ejemplo de amor a la ciencia y al trabajo y de devoción a su país; luego, con la fe, fue también un modelo de caridad, de esposo y padre, de sentido positivo y de esperanza. Supo mantenerse firme en unas condiciones humanamente durísimas, encontró sentido a su dolor y fue luz para todos los que le rodeaban. Y todo con gran sencillez. Ni siquiera la bomba atómica, de terribles consecuencias como narran con detalle algunas páginas estremecedoras de este libro, le arrancó de su corazón el perdón y la alegría.
La hija: Jung Chang abandonó China en 1978, a la edad de 26 años, para trasladarse a Gran Bretaña y continuar sus estudios. En 1982 se doctoró en Lingüística y en la actualidad imparte clases en la Universidad de York. La madre: Abanderada de la revolución comunista que cae en desgracia en un momento por la arbitrariedad de la Revolución Cultural, lo que resume una buena parte de la historia reciente de China, todavía muy desconocida. La abuela: Yu fang, fue concubina de uno de los generales de los señores de la guerra, durante el periodo de decadencia del imperio manchú. La descripción de su agitada vida coincide con los años en los que todavía perviven algunas ceremonias tradicionales. Algunas de estas costumbres eran claramente denigratorias para la mujer. Por ejemplo, el analfabetismo se consideraba una muestra de virtud en las mujeres de la clase inferior y la mujer se valoraba como una mercancía en el matrimonio. Cisnes salvajes es una crónica dura de leer, pero apasionante y enriquecedora. Todos los personajes proceden de la vida misma, y muchos encarnan las posturas positivas y negativas que trae consigo una revolución. El ejemplo moral de la familia de la autora -muy unida, a pesar de las contrariedades- hace que la novela tenga un mensaje positivo y esperanzador. Además, Chang deja que sean esas experiencias personales -sin disquisiciones teóricas ni lamentos- las que reflejen con exactitud la sufrida historia colectiva de todo un pueblo. Por encima de los sufrimientos padecidos, la mayoría inhumanos, Jung Chang ha querido dejar constancia de la fortaleza e integridad de gran parte del pueblo chino: "Rodeada de sufrimiento, muerte y desolación, había contemplado la indestructible capacidad humana para sobrevivir y buscar la felicidad". [Aceprensa]
Relato autobiográfico de un joven matrimonio estadounidense que, queriendo ser mejores presbiterianos -son además pastores y teólogos-, llegan a ser católicos por convencimiento. Si otras conversiones son el paso de la increencia a la fe, esta es el despliegue de una postura inicial profundamente religiosa, unida a arraigados prejuicios anticatólicos. Scott, prometedor teólogo presbiteriano, y su esposa Kimberly comparten un serio interés por el estudio de la Sagrada Escritura y un mismo afán de dar una proyección cristiana a su matrimonio. Y será ese deseo de profundizar en la fe lo que acabará llevándoles a la Iglesia católica. Destaca su gran honradez intelectual, favorecida por una conducta recta. Es sintomático, por ejemplo, que, bastante antes de hacerse católicos, decidan abandonar el uso de anticonceptivos tras estudiar el asunto y convencerse de que -por una vez- la Iglesia católica tenía razón. Después, en un proceso sembrado de lucha interior y dudas, pero siempre presidido por el amor a la verdad, irán comprendiendo esos puntos doctrinales -como la doctrina de la justificación, el papel del Papa, la Virgen María...- que suelen ser obstáculo para un protestante. Es un libro sumamente ameno, plagado de anécdotas, muchas de ellas divertidas.
Veintitrés historias biográficas de toda clase de personas que defendieron sus convicciones frente al comunismos (algunos también frente al nazismo) en los países bálticos durante la ocupación de sus tierras hasta la liberación tras la caída del Muro y sus consecuencias. Muy bueno. El autor, José Miguel Cejas, trata los aspectos más crudos con suavidad y quitar toda amargura a unos relatos de disidentes, de personas oprimidas por el régimen comunista que sufrieron persecución, hambre y falta de libertad. El autor recogió estos testimonios de primera mano, y resultan apasionantes porque en ellos late la vida, el triunfo de la libertad y de la fe sobre su negación. Son tan variados como los habitantes de cualquier país: artistas, sacerdotes, escritores, políticos, profesores… Y varias generaciones de una familia aparecen sintetizadas en relatos entretenidos, llenos de vida y optimismo.El sufrimiento se redime y la alegría se palpa: la cárcel, la pérdida del trabajo, interrogatorios, vigilancia y tortura aparecen junto con la fortaleza de la fe, la tenacidad, el orgullo por la familia. Y nada de esto se relata con acritud o amargura. Por eso los relatos son edificantes y cada uno es una aventura.
Una fantástica traducción al castellano actual del relato autobiográfico de la vida de San Agustín. Es el recorrido de su alma hasta encontrarse con Dios, una conversión que tarda años. Manifiesta sus tentaciones, el dejarse llevar por la pasión, su afición al estudio de la filosofía para descubrir la verdad; cuenta la amistad que le une a sus compañeros... Agustín se gana al lector, que se siente cercano a él y a quien le interesan todos los detalles de su vida apasionante. Han pasado más de quince siglos y esta emocionante aventura sigue sin envejecer y no envejecerá, porque es verdad. "Recibe el libro de mis confesiones... Créeme, no por lo que otros digan de mí, sino por lo que yo digo en este libro." (San Agustín, que nace Tagaste (Argelia) en 354 y fallece en Hipona en 430 durante el asedio de los vándalos a esta ciudad romana del norte de África).
– Caminando por valles oscuros. Memorias de un jesuita en el Gulag soviético de Walter J. Ciszek (Arcaduz. 254 pág.). El jesuita norteamericano de origen polaco Walter Ciszek (1904-1984) entró con nombre falso en 1940 en Rusia y en 1941 fue descubierto y detenido. Pasó cinco años en la Lubianka –la sede del NKVD– y nueve años más en un campo de trabajos forzados, condenado por ser “espía del Vaticano”. Liberado en 1955, con restricción de movimientos, prosiguió su labor pastoral clandestina en tres ciudades siberianas, hasta que en 1963 fue devuelto a Estados Unidos, canjeado por un espía soviético apresado en este país.
– Últimos testigos de Svetlana Alexiévch Premio Nobel de literatura 2015. (Debate. 336 pág.). A finales de la década de los 80 la autora recogió los testimonios de aquellos que vivieron de niños (entre los seis y los catorce años) la barbarie nazi en la invasión de Bielorrusia durante la II Guerra Mundial.
Aunque nunca llegó a perder la fe, reconoce que "vivía como si Dios no existiera". El despertar se produjo después del reencuentro con su amiga Gloria. Gracias a su ejemplo, Alessandra cambia de vida radicalmente. "Con ojos nuevos" constituye un bello testimonio, así como un magnífico ejemplo de la alegría cristiana.
Un día hallándose de paso en Nueva York, Dominique Lapierre lee en un periódico una noticia sorprendente: «La Madre Teresa de Calcuta ha abierto, en pleno corazón de las calles más calientes de Manhattan, un hogar para acoger a las víctimas del sida sin recursos». Se precipita a la dirección indicada, y encuentra allí una aventura humana, médica y científica como quizá no se ha visto otra en el mundo. Ésta será la encuesta de su vida. Durante tres años forzará la puerta de los laboratorios de investigación, reconstruirá la caza de virus más formidable de la reciente historia médica, compartirá la embriaguez de los descubridores de los invisibles agentes mortales, revivirá la jadeante carrera en pos del primer medicamento eficaz contra el mal y será testigo del prodigioso impulso de generosidad y de compasión de los que cuidan a los enfermos, del valor y de la esperanza de éstos.
Un sacerdote francés, un joven médico norteamericano, una enfermera de Assam y un ex campesino indio que se gana la vida tirando de un rickshaw se encuentran un día bajo las cataratas del monzón y se instalan en el alucinante decorado de un barrio de Calcuta para cuidar, ayudar, salvar. Condenados a ser héroes, pelearán, lucharán y vencerán en medio de las inundaciones, las ratas, los escorpiones, los eunucos, los dioses, las fiestas y las setenta mil «luces del mundo» que pueblan La Ciudad de la Alegría. Su epopeya es un canto de amor y fraternidad; un reportaje desgarrador sobre la capacidad del ser humano de superar el sufrimiento, la miseria y la desgracia, que sigue más vigente que nunca en el veinticinco aniversario de su publicación.
Novelas históricas
Biografía novelada impresionante sobre uno de los personajes más sorprendentes de la Revolución Francesa. Otra magnífica obra suya: Momentos estelares de la Humanidad.
– Stalingrado de Antony Beevor. (1998. Booket). Estamos ante una obra espectacular, fruto de una profunda investigación sobre una de las batallas decisivas y cruentas (tanto en el largo asedio como en sus consecuencias) de las Segunda Guerra Mundial. La visión que nos propone de la batalla es tan completa que uno puede conocer las decisiones del alto mando alemán y ruso, y luego bajar al campo de batalla y compartir con los soldados de ambos bandos sus miedos, sus pensamientos más íntimos y sus esperanzas.
Cambia de escenario con su última novela, Mar Abierta, una historia de amor, misterio y aventuras en una Inglaterra asolada por la guerra civil y un Caribe infestado de bucaneros y corsarios.
– Púrpura y negro de J. P. Gallagher (Palabra. 192 págs.). Roma, II Guerra Mundial. Un jovial sacerdote irlandés, Hugh O'Flaherty, que trabaja en el Vaticano se dedica a cobijar a personas (judíos, aliados, etc.) perseguidas por los nazis. El poderoso Kapler, jefe de la GESTAPO, le pondrá en su punto de mira e intentará acabar con él. Una intrigante historia basada en hechos reales y magníficamente interpretada en el cine (bajo el título Escarlata y negro) por Gregory Peck en 1981.
– Fabiola o la Iglesia de las catacumbas de Nicholas Wiseman. (Gaviota. 368 pág.). Novela de ficción de ambientación histórica escrita con este prestigioso intelectual y cardenal. Situada en de la época de las más duras persecuciones religiosas del imperio romano. En concreto, el edito de 303 por parte del emperador Diocleciano en el que fueron martirizados una pobre ciega, Santa Cecilia; una rica patricia romana, Santa Inés; San Pancracio, de San Tarsicio y de San Sebastián. La protagonista del libro es Fabiola, la rica hija del procónsul Fabio, que se convierte al cristianismo, como se convierten también la mayor parte de todos los personajes paganos, incluso Fulvio, perseguidor de los cristianos que atenta contra la vida de Fabiola, a cuyas grandes riquezas aspiraba. La topografía cristiana es exacta, como lo es también la descripción de las costumbres de estos cristianos primitivos.
– Médico de cuerpos y almas: san Lucas, el tercer evangelista en la Roma Imperial de Taylor Cadwell (Martínez de la Roca. 752 págs.). Cuenta la vida de sanador, Lucano, más conocido como el evangelista San Lucas. Una novela que plasma la decadencia y crueldad de una sociedad frente a los valores que porta el protagonista.
«El nombre alemán permanecerá para siempre mancillado si la juventud alemana no se alza para vengar y expiar al mismo tiempo; para aniquilar a sus opresores y construir una nueva Europa espiritual.» Con Alemania inmersa en la Segunda Guerra Mundial, y conscientes de su responsabilidad, un grupo de universitarios de poco más de 20 años de edad y un catedrático, Kurt Huber, se alzaron contra Hitler, bajo el nombre de la Rosa Blanca, con su única arma: la palabra. Las Hojas que repartieron por Munich y otras ciudades alemanas mantuvieron en jaque durante meses a los jerarcas nacionalsocialistas. Los principales miembros de este movimiento fueron condenados a muerte. Con sus vidas dieron testimonio de que el nacionalsocialismo no había conseguido adormecer la conciencia de todos los alemanes.
– El mozárabe de Jesús Sánchez Adalid. (Zeta Bolsillo. 816 pág.). En el año 929 el emir de Córdoba Abd al-Rahman III se erige como califa, y la España musulmana inicia una etapa de esplendor inigualable. Allí coinciden Asbag y Abuámir, seres de distinto origen, fe y vocación. Asbag, el mozárabe, es un erudito con dotes diplomáticas y será consejero de personajes emblemáticos. El destino de Abuámir no será menos sorprendente. Este joven, atractivo, vividor y ambicioso, desarrollará una fulgurante carrera hasta convertirse en el temido Almanzor.
Leonor de Aquitania (1124-1204), dos veces reina, madre y abuela de reyes y reinas de toda Europa, es uno de los personajes más influyentes y poderosos de su historia. Su extraordinaria formación, su habilidad e inteligencia, así como su belleza perenne, la convirtieron en una mujer excepcional que no dejó indiferente a ninguno de los cronistas, eclesiásticos o laicos que se relacionaron con ella. Régine Pernoud traza una biografía apasionante, pero contenidamente apasionada y reconocida como un texto de referencia, de una mujer que fue central en la historia europea.
Novelas de aventuras – El niño 44 de Tom Rob Smith (Espasa. 528 pág.). Novela de acción y suspense situada en la Unión Soviética en el año que muere Stalin. Además de ser adictivo, describe muy bien en ambiente de la época. En la siguiente novela del mismo protagonista, El discurso secreto, mejora la técnica narrativa.
– La playa de los ahogados de Domingo Villar (Siruela. 448 pág.). Novela policíaca que transcurre en los alrededores de Vigo. Los protagonistas son dos agentes, un gallego y un aragonés, tan interesantes como la misma trama.
– Diez negritos de Agatha Christie. Una de las más conocidas obras de la novela policíaca escrita por esta autora. La trama consiste en que diez personas implicadas en diversos asesinatos de los que han salido huyendo de la justicia, son invitadas a pasar un fin de semana en una isla. Empieza a ser asesinadas una a una siguiendo las estrofas de una canción infantil que da título al libro. Otras célebres novelas de esta autora son: Asesinato en el Orient Express, Muerte en el Nilo, El asesinato de Roger Ackroyd, Un cadáver en la biblioteca...
– La caza del submarino ruso de Tom Clancy (Plaza y Janés. 384 pág.). Tom Clancy es un experto creador de best-seller que luego son llevados con el mismo éxito al cine. Conocidas son también, Juego de patriotas, El Cardenal del Kremlin, Peligro inminente, Pánico nuclear, etc. Novela trepidantes para pasar el rato de con una lectura entretenida. La trama de esta novela está situada en la época de la guerra fría. Un oficial de la marina soviética trata de desertar a los Estados Unidos complicándose notablemente la acción. Inspirada en sucesos reales, Clancy, como en sus novelas, realiza una notable tarea de documentación que le da verosimilitud a sus historias.
Especialista en novelas de tensión, tiene otras obras conocidas como: No llores más my Lady, El ojo avizor, Mientras mi preciosa duerme, Misterio en alta mar, etc.
– Rescate en el tiempo de Michael Crichton. (Debolsillo. 672 pág.). La multinacional ITC desarrolla, bajo el máximo secreto, una revolucionaria y misteriosa tecnología basada en los últimos avances de la física cuántica. Sin embargo, la crítica situación financiera de la empresa la obliga a obtener resultados inmediatos para atraer nuevos inversores. La opción más clara es acelerar el Proyecto Dordogne, de cara al público un proyecto arqueológico para desenterrar las ruinas de un monasterio medieval en Francia pero, en realidad, un arriesgado experimento para poner a prueba una tecnología que permite viajar en el tiempo. Pero cuando se trata de teletransportar personas de un siglo a otro, el menor fallo o descuido puede traer consigo consecuencias imprevisibles y pavorosas. Michael Crichton también es autor de Parque Jurásico y Presa.
Nos encontramos en Suiza, en el cantón de Zurich. Gritli Moser aparece asesinada en el bosque. Era sólo una niña con un vestido rojo. El comisario Matthäi promete a sus padres encontrar al asesino, sin pensar que con esta promesa está condicionando su entera existencia. La tarea de los detectives no es nunca tan sencilla como la plantean las novelas, y en el camino de Matthäi aparecen un buhonero, un dibujo, un psiquiatra, un viaje frustrado a Jordania y hasta un gigante, pero lo que no aparece es el hilo rojo que conduce a la solución del enigma. El final es un tanto inesperado. – La visita de la vieja dama de Friedrich Dürrenmatt. Obra teatral escrita en 1955. En ella, una vieja dama, convertida en multimillonaria, regresa un día al pueblo del que se vio obligada a marcharse hace más de cuarenta años. Vuelve para vengarse de un hombre que, en su juventud, la abandonó con una hija y la condenó al arroyo. Crítica despiadada a la deshumanización y corrupción de la sociedad contemporánea.
Novela costumbrista
Dos jóvenes de dieciséis años son compañeros de clase y amigos inseparables. Hans es judío y Konradin, un rico aristócrata. Esa amistad finaliza un año después. Estamos en la Alemania de 1933, y, tras el ascenso de Hitler al poder, Konradin formará parte de la fuerzas armadas nazis mientras Hans viaja hacia el exilio. Muchos años después, instalado ya en Estados Unidos, donde Hans intenta olvidar el episodio que los separó amargamente, «reencuentra» al amigo perdido. Esta pequeña obra maestra resurge hoy con la misma capacidad de conmover que cuando se publicó por primera vez en 1960. Pronto fue traducida y leída en el mundo entero.
Durante la segunda guerra mundial un oficial inglés, Charles Ryder, llega con sus soldados a una vieja y abandonada mansión. Una vez instalado el campamento el oficial empieza a recordar su estancia en esa casa y sus tormentosas relaciones con la noble familia inglesa que la habitaba veinte años atrás. Compuesta entonces por el matrimonio y sus cuatro hijos, recuerda los esfuerzos de la madre, de fuertes convicciones católicas, por educar y mantener unida la familia y los distintos y tortuosos caminos que recorre cada miembro. Es una magistral novela, dura en ocasiones, que retrata con profundidad unos personajes que reflejan con nitidez la sociedad y ambientes de la época. Escribió una notable novela histórica, Helena, sobre la emperatriz romana. También una hiriente y mordaz crítica a la superficialidad en la novela ¡Noticia bomba!
Pedro, el protagonista, es huérfano desde su niñez. A instancias de su tío y tutor viene a parar para su educación al hogar sombrío de don Mateo Lesmes, en la austera y recoleta ciudad de Ávila. Preceptor esforzado pero pésimo pedagogo, don Mateo educará al muchacho en la creencia de que para ser feliz, o al menos para no ser desgraciado, hay que evitar toda relación con el mundo, toda emoción o todo afecto. Sólo la vitalidad y juventud del protagonista podrán, años después, ayudarle a superar el pesimismo inculcado. Sin embargo, los acontecimientos parecen obligarle a recordar lo aprendido... Delibes, con un impecable estilo que asombra aún más por cuanto se trata de su primera novela, consigue una espléndida obra donde la muerte, que rodea y golpea constantemente al protagonista, es vencida, finalmente, por la esperanza.
Este, nos dice el autor, es el libro de la fraga de Cecebre. San Salvador de Cecebre es una parroquia de Galicia, rugosa, frondosa y amena. Cuando un hombre consigue llevar a la fraga un alma atenta se entera de muchas historias... Entonces se comprende que existe otro alma allí, infinitas almas: que está animado el bosque entero. Afinando su mirada poética el autor ha logrado captar todas esas historias y comunicarlas en esta novela deliciosa y profunda. El lector que se acerca a ella descubrirá bajo la seductora y mágica narración los latidos ocultos del alma humana en consonancia con la naturaleza. Todos los seres vivos, además de los hombres, son importantes y tienen sus pequeñas historias que narrar: los topos, el tímido Furi y la decida Linda, la solitaria luciérnaga Luci, los árboles centenarios como el recio Carballo, el eucalipto o el pino, el poste de teléfono engreído y aristocrático... Un libro precioso para quien quiera presumir de sensibilidad.
A partir de un trabajo como asistenta, la narradora y su hijo de diez años empezaron una relación muy especial con un anciano profesor de matemáticas que, debido a un accidente, tenía una autonomía de memoria de ochenta minutos. Las vidas cotidianas de los personajes se despliegan con calma y emoción contenida. No conocemos los nombres de los protagonistas excepto el apelativo que el profesor de matemáticas pone al niño: Root, raíz cuadrada. Las manías y cualidades del profesor –sus preguntas repetitivas, su facilidad para encontrar vínculos entre números que comparten los mismos secretos, su afición a los números primos, su admiración por el cero, etc.–, dan pie a que se vayan introduciendo conceptos matemáticos en la narración, algo que se hace con oportunidad, claridad y buen humor. El mayor gancho está en el talante del profesor: su preocupación continua por el niño que pasa por encima de sus limitaciones de memoria; su capacidad de transmitir sus conocimientos con entusiasmo y su alegría con los progresos de sus ocasionales alumnos; la visión de sus propias investigaciones como un “mirar a hurtadillas el cuaderno de Dios y copiar”
– La presa de Kenzaburo Oé. (Anagrama. 100 pág.). Novela corta del escritor japonés que recibió el Premio Nobel en 1994. Cuenta, de modo lírico, el terrible trato que recibió un prisionero negro estadounidense, único superviviente de un avión enemigo que se estrella cerca de una aldea perdida de Japón.
Me llamo Aram (Acantilado. 152 pág.) son catorce relatos protagonizados por Aram Garoghlanian, un muchacho norteamericano de familia armenia que sabe extraer de cada experiencia una lección vital llena de sentido del humor y agudeza. Aram recuerda su infancia y adolescencia en Fresno, California, con una mirada llena de acentos líricos que sabe llegar hasta el fondo de un conjunto de personajes de lo más pintoresco.
Dos primos inseparables de unos doce años, el Ceporro y el Chino, viven en el gran piso de su abuela, después de la guerra civil. Don Rodolfo, que fue sparring de Uzcudun, les da clases de gimnasia y boxeo. Al fondo, ecos de la Segunda Guerra Mundial, el mariscal Rommel y el Imperio Nipón. De repente aparece una niña alemana, huérfana, refugiada, y lenta y decisivamente todo cambia, como nos cuenta Ceporro, que es quien tiene la palabra y, por tanto, es el Rey. Además de la bellísima historia de adiós a la infancia y de la colorida «galería de secundarios», habitual en Pombo, el gran acierto estilístico de este libro es el hallazgo de la voz del narrador, el tratamiento de las peculiaridades léxicas y sintácticas del modo que tiene Ceporro, charlatán infatigable, de narrar las cosas.
Ciencia ficción, que tampoco contienen tanta ficción – El marciano de Andy Weir (Ediciones B. 408 pág.) El libro, más interesante que la película. – El amo del mundo de Robert H. Benson. (Palabra. 288 págs.). – La esfera y la cruz de G. K. Chesterton. (Valdemar. 384 págs.). – El hombre que fue Jueves de G.K. Chesterton. (Alianza. 215 págs.). – Los libros de Terramar de Ursula K. Le Guin. (Minotauro) El primer libro, "Un mago de Terramar", inicia una serie de novelas de ficción, aventuras y magia que, escritas en 1968, suponen el inicio de un género que se ha repetido hasta la saciedad. Resultan curiosos leer en estas páginas el encontramos las ideas que más tarde desarrollarán de forma más comercial libros como "Harry Potter". – Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza. (Seix Barral. 192 págs.).
Cuentos – Crónicas marcianas de Ray Bradbury (Minotauro. 263 pág.). – Flor de leyendas de Alejandro Casona. (Espasa. 147 pág.).
Teatro – La importancia de llamarse Ernesto de Dorian Gray. – Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo. (Espasa. 160 págs.). – Los árboles mueren de pie de Alejandro Casona. (Espasa. 111 págs.). – Eloísa está debajo de un almendro de Enrique Jardiel Poncela. (Vicens Vives. 192 págs.). – Tres sombreros de copa de Miguel Mihura. (Espasa. 100 pág.). – La venganza de Don Mendo de Pedro Muñoz Seca. (Ćátedra. 240 pág.).
Ensayos – Cine y misterio humano de Juan José Muñoz. (Rialp. 288 pág.). “La gran potencia educadora de nuestro tiempo es, sin duda, el cine.” (Julián Marías). Quienes aterrizamos en este planeta tras el baby boom de los sesenta hemos aprendido, en gran parte, qué es el hombre viendo cine y televisión. Desde pequeños se nos abrió esa ventana mágica que nos transportaba a nuevos mundos, a otras épocas, países y personajes. Hemos nacido inmersos en la máquina de los sueños. Nuestra imaginación es fundamentalmente cinematográfica. Nuestras poses, nuestros gestos tienen algo de inconsciente sabor a celuloide. No supone mucho esfuerzo advertir que el cine nos ha ensanchado la realidad o, al menos, nuestra imagen de lo real, y ha ampliado nuestra experiencia virtual de la vida. Lo único que pretende este manual –destinado tanto a guionistas, estudiantes de comunicación y filósofos, como al amplio mundo de los amantes del cine– es intentar contestar a las siguientes cuestiones: ¿Cómo se manifiesta la persona a través de las narraciones cinematográficas? ¿Se puede saber quién es el ser humano a través del cine? ¿Tiene alguna relación lo que muestran las ficciones audiovisuales con lo que dice la Filosofía del hombre?
– De Casablanca a Solas de Juan José Muñoz. (Eiunsa. 188 pág.).
Este libro (destinado, como el
anterior, a guionistas, estudiantes de comunicación y amantes
del cine), pretende mostrar que la creatividad no es un asunto
meramente artístico, y que la ética no es una barrera para el
profesional de cine y televisión. Para ello se analizan más de
treinta películas que muestran todas las variantes de las
vivencias humanas.
Padres Novelas que requieren una formación cultural y humana más profunda, una mayor experiencia vital (no es lo mismo tener 20 que 45 años), así como ensayos sobre la familia. Novelas
– La tierra que pisamos de Jesús Carrasco (Seix Barral. 268 pág.). Su segunda novela, cambia el tema pero no el estilo.
– El insólito peregrinaje de Harold Fry de Rachel Joyce (Salamandra. 336 pág.).
– Las nieves azules de Piotr Bednarski (Malpaso. 144 pág.).
– La sonata a Kreutzer de León Tolstoi (Alianza. 144 pág.). Pózdnyshev, el protagonista de este intenso relato, explica a un compañero de viaje las razones que lo impulsaron a matar a su mujer.
– La legión perdida de Santiago Posteguillo (Planeta. 1.140 pág.). Tercera entrega de la trilogía sobre Trajano.
– El dragón de Shanghai de Qiu Xiaolong (Tusquets. 336 pág.) Novela policíaca, la última de la autora, que sitúa la trama en la China post-comunista. Las escribe en EE. UU., claro, pues no deja muy bien a los actuales gobernantes.
– El secreto de Gray Mountain de John Grisham (Plaza y Janés. 480 pág.) La última de Grisham. Una joven abogada es despedida por recortes de personal y busca ejercer su profesión enfrentándose a las compañías mineras.
– Una letra femenina azul pálido de Franz Werfel (Anagrama. 144 pág.) El protagonista recibe un día de 1936 una carta de una antigua mujer con la que estuvo a punto de casarse. Le lleva a reflexionar sobre la vida vacía que lleva.
– La mujer de la libreta roja de Antoine Laurain (Salamandra. 160 págs.). Un librero se encuentra un bolso de mujer abandonado con unos curiosos objetos en su interior. Se lanza a la búsqueda de su dueña. De ese estilo, pero mejor y más elaborada es la novela: El lector del tren de las 6.27 de Jean-Paul Didierlaurent (Booket. 208 págs.).
– Las tres heridas de Paloma Sánchez-Garnica (Planeta. 640 pág.). Ernesto, un maduro escritor en busca de su gran novela, encuentra en el Rastro una foto de un joven matrimonio de Móstoles fechada pocos días después del estallido de la guerra civil. A partir de ella decide investigar qué fue de esos sonrientes jóvenes. Lentamente irá atando sutiles cabos que enlazaran aquella época con la actual. Es interesante que, además del odio y la maldad, aparezca también el perdón y la reconciliación. El título de la novela, hace referencia al poema, así titulado, de Miguel Hernández.
– La gangrena de Mecedes Salisachs (Booket. 187 pág.). La gangrena, novela ganadora del Premio Planeta 1975, narra la vida de Carlos Hondero desde su niñez en los años de la Dictadura hasta la época de los años 70, en que ha acabado por convertirse en un hombre rico y poderoso. En el curso de este medio siglo, en dos líneas paralelas que a menudo se hacen convergentes, se va desarrollando de una parte la compleja historia personal del protagonista; de otra, la historia misma de España, reflejada en la ciudad de Barcelona.
La narración está salpicada de pequeños pormenores familiares sobre los años de convivencia entre abuela y nieta. Son detalles emotivos, que favorecen un estilo intimista y auténtico, el apto para la confesión sentimental. La abuela utiliza las cartas para poder avanzar a partir de ahora sin mentiras en la vida, tomando como único termómetro para juzgar sus momentos confusos la voz de la conciencia y los susurros del corazón.
– Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro. (Anagrama. 360 págs.). Segunda obra del autor de Los restos del día cambia de registro en esta novela. En un ambiente cerrado, que parece ser un internado de un colegio inglés, se desarrolla la vida aparentemente normal de unas colegialas que van descubriendo la belleza y secretos de la vida. Con terrible crudeza no muestra que no son sino unas criaturas de laboratorio destinadas a proporcionar órganos jóvenes y sanos para prolongar vidas ajenas.
Un padre y un hijo sobreviven a unas durísimas condiciones de vida en un mundo devastado. La tierra ha sufrido un cataclismo del que apenas hay supervivientes, quienes libran entre sí una encarnizada lucha por la subsistencia. Años después se trasladan hacia el sur con la esperanza de encontrar mejores condiciones de vida y personas buenas. Pero lo que hallan es siempre muerte, hambre, desolación. La principal obsesión es conseguir alimento. Y, también, darse compañía y transmitirse cariño. El padre contagia al hijo la confianza de que encontrarán tarde o temprano la compañía de los buenos, aunque su experiencia haya sido encontrar personas sin escrúpulos. Esta esperanza les mantiene en pie y les hace superar las numerosas dificultades que van encontrando en su peregrinaje. La novela funciona como una apocalíptica alegoría.
En este histórico primer encuentro con sus lectores, el inspector Wallander debe resolver un caso casi tan complicado como su vida personal. Mientras procura desenmascarar a los despiadados asesinos de una anciana que ha muerto con la palabra "extranjero" en la boca antes de que los prejuicios raciales latentes en la comunidad desaten una ola de violencia vengadora, Wallander debe enfrentar el abandono de su esposa, la hostilidad de su hija, la demencia senil de su padre y hasta su propio deterioro físico a causa del exceso de alcohol y comida barata y la falta de sueño. Wallander terminarán por hallar la inesperada solución del caso, pero sus problemas familiares no acabarán con este libro. Por no hablar de los de su país, arrojado a una nueva era en la que, como cree el inspector, "la inquietud aumentará bajo el cielo". La serie protagonizada por este singular inspector sigue a lo largo de maś de diez libros: Asesinos sin rostro, Los perros de Riga, La leona blanca, La quinta mujer, etc.
Tras la boda de su hija Katerina, el comisario Kostas Jaritos decide tomarse unos días de descanso y viajar con Adrianí, su temperamental mujer, a Estambul, ciudad estrechamente relacionada con la historia de Grecia. Así pues, mezclado con cientos de turistas, Jaritos se lanza a admirar iglesias, mezquitas y palacios mientras degusta la gastronomía del lugar y discute no sólo con su mujer sino también con los miembros del grupo con el que viaja. Sin embargo, todo se tuerce cuando algo aparentemente tan nimio como la desaparición de una anciana en un pueblo de Grecia se convierte de pronto en un caso de asesinato, pues informan a Jaritos de que han encontrado muerto a un pariente de esa anciana... y de que ésta se dirige a Estambul. Jaritos tendrá que trabajar codo con codo con el suspicaz comisario turco Murat, e irá internándose en la pequeña comunidad que conforman los griegos que todavía, tras el éxodo masivo que protagonizaron en 1955, permanecen en la ciudad. Es curioso el contraste de mentalidad y ambiente entre el comisario Jaritos con el inpector Wallander. La serie de comisario Jaritos también es extensa: La muerte de Ulises, Con el agua al cuello, Suicidio perfecto, etc.
Presentamos aquí otra serie detectivesca. Esta vez protagonizada por el sargento de la Guardia Civil Ruben Bevilacqua y su ayudante Virgina Chamorro. En esta novela, en un motel cerca de Guadalajara yace un hombre muerto: el ingeniero Trinidad Soler, un aparente hombre de familia respetable empleado en una central nuclear cercana. Pero las apariencias engañan, y alguien recuerda haberlo visto la noche anterior acompañado de una rubia de marcado acento ruso. La investigación del caso pronto les llevará a rebasar la mera pesquisa policial para adentrarse en el lado oscuro del ingeniero nuclear. Su insospechada vida secreta desvelará un entramado de dinero, prostitución y sucios manejos empresariales que se extienden de Madrid a Málaga, de Guadalajara a la Costa del Sol. Pero como en la alquimia, la clave está en la paciencia: la que necesitarán los investigadores para resolver el caso, pero también la que les faltó a los personajes involucrados en la historia.
Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron elegantes veladas y cuyos salones decorados al estilo francés se llenaban de música, ha cambiado radicalmente de aspecto. El esplendor de antaño ya no existe, todo anuncia el final de una época. Dos hombres mayores, que de jóvenes habían sido amigos inseparables, se citan a cenar tras cuarenta años sin verse. Uno ha pasado mucho tiempo en Extremo Oriente, el otro, en cambio, ha permanecido en su propiedad. Pero ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer. La tensión aumenta, línea tras línea, hasta que se hace casi insoportable. Los protagonistas se empeñan en hurgar hasta en lo más recóndito de sus almas, allí donde se encuentran esas verdades cuyo descubrimiento provoca un insoslayable dolor.
Un libro seco, sintético, sin sobras: en su brevedad consigue mezclar la rivalidad madre-hija (aparece el tema de la educación y de las relaciones entre las generaciones), la hipocresía social (que nunca deja de estar de moda), el vértigo de la riqueza improvisada (que no logra improvisar modales ni formación), la venganza sin medida del adolescente; y todo ello pasando sin solución de continuidad de la imaginación a la realidad. Un drama cruel de resentimiento, ambición, y amor fallido. Una incisiva historia sobre las apariencias y la estupidez, que se lee con agrado. Otros libros interesantes de esta misma incisiva y corrosiva autora judía (aunque convertida al catolicismo pocos años antes de morir en Auschwitz) son Suite francesa, El ardor de la sangre y Los bienes de este mundo, publicados póstumamente.
El protagonista de La Cripta de los Capuchinos, heredero de una familia de orígenes humildes ennoblecida por Francisco José, describe su vida en la Viena deslumbrante en los albores de la Primera Guerra Mundial. A los últimos estertores del imperio de los Habsburgo siguen los días trágicos de la guerra y de una posguerra gris y violenta. Antes de que los nazis entren en Viena, el joven Trotta, símbolo de un mundo en declive, baja a la cripta a la que alude el título de la novela, el panteón imperial austríaco, donde confesará su fracaso. La Cripta de los Capuchinos (escrita en 1938) es tanto la novela del declive de Austria como estado soberano -la finis Austriae- como la desaparición definitiva de un mundo. La extrema depuración del talento narrativo de Roth y su capacidad y precisión de observador han convertido esta novela en una obra de referencia.
– Las uvas de la ira de John Steinbeck. (Alianza 656 pág.). Distinguida con el Premio Pulitzer en 1940, Las uvas de la ira describe el drama de la emigración de los componentes de la familia Joad, que, obligados por el polvo y la sequía, se ven arrastrados a abandonar sus tierras, junto con otros miles de personas de Oklahoma y Texas, rumbo a la "tierra prometida" de California. Allí, sin embargo, las expectativas de este ejército de desposeídos no se verán cumplidas. Entre las versiones cinematográficas que ha conocido esta novela destaca la memorable protagonizada por Henry Fonda y dirigida por John Ford.
Cuentos – Cuentos de Antón Chejov. (Alba. 765 págs.). – Cuentos completos de Flannery O'Connor. (Lumen. 846 págs.). – Cuentos completos de Óscar Wilde. (Austral. 368 págs.). – Cuentos completos de Roald Dahl.
Ensayos
– Una pena en observación de C. S. Lewis. (Anagrama. 104 págs.). Un magnífico ensayo fruto de la experiencia de ver morir a su amada. Es un emotivo libro lleno de recuerdos y evocaciones, un encontrarse con esa enigmática voluntad divina y con la trascendencia y fuerza redentora del amor.
– Mientras no tengamos rostro de C. S. Lewis. (Rialp. 296 págs.). Recreación libre y profunda de mito del amor entre Psique y Eros.
– Cartas del diablo a su sobrino de C. S. Lewis. (Rialp. 144 págs.). Contiene en tono humorístico, los consejos de un experimentado diablo a su sobrino que tiene como encargo, por primera vez, velar por un alma para llevarla al infierno.
– Como una novela de Daniel Pennac. (Anagrama. 169 págs.).
Madres y abuelas Son novelas sobre la vida misma, con sus dificultades, alegrías y tristezas, pero con una visión de fondo optimista sobre el hombre.
– Flores para la señora Harris. de Paul Gallico (Maeva. 304 págs.). Una simpática mujer de la limpieza londinense tiene un capricho: comprarse un vestido Dior en París. Y a por ello se dirige. Una pequeña obra maestra de la sencillez. Y bastante divertida. – La quincena de septiembre de R. C. Sherriff (Palabra. 368 pág.). Escrito hace 80 años, cuenta el viaje en tren hacia la costa de una familia y sus dos semanas de vacaciones yendo a la playa cada día. No pasan grandes cosas, pero es una novela que sabe captar la belleza de lo cotidiano. – La niña del arrozal de José Luis Olaizola (Planeta. 254 pág.). Al autor de esta novela le pidieron que cediera los derechos de traducción al tailandés de un conocido libro suyo para, con los beneficios, ayudar en una casa de acogida de niñas que habían rescatado de la prostitución. Se quedó tan sorprendido por la petición que decidió crear una ONG con esa finalidad. Este libro es la historia de una de esas niñas. – Un encuentro inesperado de Jennifer Fulwiler (Palabra. 384 págs.). Una mujer a la que le sonríe la vida tiene su primer hijo. Ese momento supone el derrumbe de los principios sobre los que había sustentado su vida. Contada por ella misma, narra cómo siendo una persona feliz, pues tiene todo lo que hoy puede desearse (amor, dinero, reconocimiento), siente que camina sobre el vacío existencial. En su proceso personal hacia la fe católica son muy interesantes las reflexiones que hace sobre los "derechos de la mujer" impuestos por el feminismo radical, del que, por descontado, ella los consideraba pilares innegociables. – El despertar de la señorita Prim de Natalia Sanmartín (Planeta. 352 pág.). Una moderna joven a la que se le van rompiendo sus esquemas con su nuevo trabajo. Una sutil y divertida crítica social.
– Katrina de Sally Salminem (Palabra. 528 pág.). Katrina, una bella joven de familia acomodada, decide casarse con un hombre al que acaba de conocer para salir al mundo. – El libro de la señorita Buncle de D. E. Stevenson (Alba. 378 pág.). Los devastadores efectos de la publicación de un inocente libro en un pueblecito inglés. Divertido libro de humor inglés. Como tuvo éxito continuó con otras dos, también divertidas, pero menos ingeniosas: El matrimonio de la señorita Buncle y Las dos señoras Abbott. – Un árbol crece en Brooklyn de Betty Smith (Lumen. 512 pág.). Cómo salir adelante en la vida cuando todo lo tienes en contra. Situada en la época de la gran depresión norteamericana. – Abril encantado de Elizabeth von Arnim (Alfaguara. 312 pág.) Cuatro mujeres londinense se van a Italia a descansar de sus maridos... Una historia divertida llena de curiosas moralejas y equívocos. – Llenos de vida de John Fante (Anagrama. 160 pág.) Los sufrimientos de unos padres primerizos.
– Qué pequeño es el mundo de Martin Suter (Asteroide. 368 pág.). Una fría ejecutiva suiza decide no aplicar el método que le ha hecho rica –quitar de en medio todo lo que no sea eficiente– con un anciano y querido empleado. – Hetty de Hetty Verolme (Almuzara. 256 pág.). La protagonista, una chica de doce años, cuenta su historia de la deportación que sufrió junto con su familia a un campo de concentración. Entre tonos de gris. Ruta Sepetys (Maeva. 304 págs.). es otra historia similar; esta vez a Siberia en los años 50, de una familia de lituanos. – La dama de blanco de Wilkie Collins (Montesinos. 816 pág.). Novela epistolar, es una de las mejores de misterio e intriga del siglo XIX. Cuenta la historia de un joven profesor de dibujo Walter Hartright que viaja a Cumberland para dar clases a dos jóvenes y ricas herederas, las hermanas Laura y Marian Fairlie. Laura se enamora de él pero los agradables días en Limmeridge House acaban con la llegada del prometido de Laura, Sir Percival Glyde. Éste alberga la intención de arrebatarle toda su herencia y cuenta con la ayuda del siniestro conde Fosco para llevar a cabo sus planes. Sólo se interpone en su camino una misteriosa dama vestida de blanco que, al parecer, ha escapado de un sanatorio mental. Del mismo estilo literario, pero diferente trama es La piedra lunar, del mimo autor. – Muerte, ¿dónde está tu victoria? de Daniel-Rops (Encuentro. 427 pág.). A través de la vida de Laura, el autor se enfrenta a realidades como el pecado, la muerte, la injusticia, la felicidad, la libertad o la acción de Dios en la existencia de los hombres. La novela es un retrato de la protagonista y de su entorno, sobre todo en los aspectos que van forjando su personalidad y sus motivaciones más íntimas. Los acontecimientos principales de la existencia de Laura se describen con un ritmo ágil y sostenido. Lo más destacado es la hondura con que el autor refleja las tensiones interiores que la protagonista sufre, en su costosa lucha entre los reclamos de la conciencia y su actitud de rebeldía ante las dificultades. Y, como telón de fondo, la búsqueda de la felicidad. Daniel-Rops muestra magníficamente la complejidad del ser humano: su capacidad para lo mejor y para lo peor. – 84, Charing Cross Road de Helene Hanff (Anagrama. 128 pág.). Simpática historia a través de una relación de cartas comerciales entre una estadounidense amante de los libros y una librería inglesa donde escribe para pedirlos cuya dirección es el título del libro.
– La tropa del arco iris de Andrea Hirata (Temas de hoy. 416 pág.). Este el libro que prometió el autor a su maestra de quince años en la escuela más pobre e increíble que se puede imaginar. Son diez chavales y dos maestros (uno, anciano y enfermo, y otra, una joven de quince años) que sueñan con salir de la pobreza en la que está sumergida los habitantes de una isla de Indonesia. Son doce historias llenas de alegría, dolor, lágrimas, rabia, esfuerzo e ilusión. En este enlace tenéis un breve reportaje sobre la novela. – En lugar seguro de Wallace Stegner. (Asteroide. 378 pág.). Cuando dos jóvenes parejas se conocen durante la Gran Depresión surge entre ellas una amistad que durará toda la vida. Son muchas las cosas que inicialmente comparten: Charity Lang y Sally Morgan están esperando su primer hijo, y sus maridos Sid y Larry están dando sus primeros pasos como profesores de Literatura en la Universidad de Wisconsin, aunque su relación se va haciendo más compleja a medida que comparten décadas de lealtad, amor, fragilidad y desacuerdos. Treinta y cuatro años más tarde del inicio de esta amistad los Morgan visitan la colonia de veraneo de sus amigos en Vermont para el que saben será su último fin de semana junto a Charity. Durante esa visita Larry rememora todos sus años de amistad: las alegrías, las penas, las ilusiones y también los sueños que quedaron por cumplir; pero por encima del relato de los hechos late una profunda reflexión sobre el amor y la amistad, sobre los intentos de cuatro personas por hacer frente a las tribulaciones de la vida. – El tiempo entre costuras de María Dueñas. (Planeta. 640 pág.). La joven modista Sira Quiroga abandona Madrid en los meses previos al alzamiento, arrastrada por el amor desbocado hacia un hombre a quien apenas conoce. Juntos se instalan en Tánger, una ciudad mundana, exótica y vibrante donde todo lo impensable puede hacerse realidad. Incluso, la traición y el abandono. Sola y acuciada por deudas ajenas, Sira se traslada a Tetuán, la capital del Protectorado español en Marruecos. Con argucias inconfesables y ayudada por amistades de reputación dudosa, forja una nueva identidad y logra poner en marcha un selecto atelier en el que atiende a clientas de orígenes remotos y presentes insospechados. A partir de entonces, con la contienda española recién terminada y la europea a punto de comenzar, el destino de la protagonista queda ligado a un puñado de personajes históricos entre los que destacan Juan Luis Beigbeder —el enigmático y escasamente conocido ministro de Asuntos Exteriores del primer franquismo—, su amante, la excéntrica Rosalinda Fox, y el agregado naval Alan Hillgarth, jefe de la inteligencia británica en España durante la segunda guerra mundial. Entre todos ellos la empujarán hacia un arriesgado compromiso en el que las telas, las puntadas y los patrones de su oficio se convertirán en la fachada visible de algo mucho más turbio y peligroso. – Dulce hogar de Dorothy Canfield Fisher (Palabra. 368 págs.). Un infortunado accidente provoca un cambio de papeles en la vida del matrimonio Knapp. Agradable y simpática novela que toca temas tan actuales como la conciliación de la vida familiar y laboral, la igualdad, los roles del hombre y la mujer en la familia, la educación de los hijos, etc. fue escrita, sorprendentemente, en 1924. Hasta ahora no se había traducido al castellano. Plantea los problemas de una familia en la que ambos cónyuges están frustrados por las funciones que les ha tocado desarrollar. Evangeline es una obsesiva ama de casa cuyo perfeccionismo hace infelices a sus hijos. Sin darse cuenta, vive desencantada y aburrida, aunque se considera una buena madre y esposa. Lester, su marido, poeta y soñador, tampoco es feliz, ni en casa ni en el trabajo. Un accidente cambia la vida de toda la familia al propiciar un radical cambio de papeles: él se ve obligado a quedarse en casa en una silla de ruedas y ella debe ponerse a trabajar fuera del hogar para ganar el sustento de la familia. – La librería ambulante de Christopher Morley (Periferia. 184 pág.). En los años veinte del siglo pasado, un excéntrico librero ambulante, un complejo carromato -mitad vivienda, mitad biblioteca- tirado por caballos, decide venderlo a una madura señorita cansada de la vida rural y monótona: "Ya va siendo hora de vivir alguna aventura". Comedia costumbrista llena de humor, humanidad y amor por los libros.
– Viento del Este, viento del Oeste de Pearl S. Buck. (DeBolsillo. 256 págs.). La joven Kwei-lan, hija de un rico patriarca chino, acaba de contraer matrimonio. Su marido, cuya exquisita educación ancestral se ha desvanecido por influencia de la cultura occidental, rechaza inicialmente a la esposa. Nuevas costumbres y usos, algunos en contradicción con aquellas convicciones en las que fue educada, deberá aceptar la esposa paulatinamente si desea conseguir el amor de su marido y comprender las difíciles situaciones familiares que provoca el contacto entre las culturas de Oriente y Occidente. Pearl S. Buck recibió el Premio Nobel en 1938, fue hija de un misionero que pasó la mayor parte de su vida en China. De la observación de esa cultura son también las obras: La madre, La promesa, La buena tierra y La estirpe del dragón.
– Un buen partido de Vikram Seth. (Anagrama 715 pág.). «Tú también te casarás con quien yo diga», le dice la señora Rupa Mehra a su hija Lata al principio de esta historia. Desde ese momento, la búsqueda de un buen partido para Lata se convierte en el motor de este extraordinario fresco de la India de los años cincuenta, un país que aún restaña las heridas de su reciente independencia; donde los esfuerzos modernizadores tropiezan con las ancestrales costumbres y donde los matrimonios se concertan por intereses familiares. Un historia de personajes que viven, sienten, aman, odian y luchan por escapar o alcanzar su destino.
La película, de título "Lo que queda del día", se ha convertido en un clásico del cine.
|