(Entra en el escenario el poeta José de Espronceda
acompañado por Teresa y una cohorte de pelotas que lo animan y ensalzan.)
POETA (Declamando) Con diez cañones por banda,
viento
en popa, a toda vela,
no
corta el mar, sino vuela
un
velero bergantín.
Bajel
pirata que llaman,
por
su bravura, el
Temido,
en
todo mar conocido
del
uno al otro confín.
POETA 1 ¡Bien dicho, José!
POETA 2 ¡Qué bonito!
POETA 3 Precioso, sublime.
TERESA ¡Pero, qué dices Pepe! No son maneras de contestarme.
¡Te he dicho que limpies la barca!
POETA La
luna en el mar riela,
en
la lona gime el viento
y
alza en blando movimiento
olas
de plata y azul;
y
va el capitán pirata,
cantando
alegre en la popa,
Asia
a un lado, al otro Europa,
y
allá a su frente Estambul:
POETA 1 ¡Así se habla, José!
POETA 2 Maravilloso.
POETA 3 Traduce Pepe, traduce.
TERESA (Enfadándose) De cachondeo nada, eh Pepito.
¡Sabes lo que te digo... que te vas a ir con tu mamaíta, rico.
POETA «Navega, velero mío,
sin
temor,
que
ni enemigo navío
ni
tormenta, ni bonanza
tu
rumbo a torcer alcanza,
ni
a sujetar tu valor.
Veinte
presas
hemos
hecho
a
despecho
del
inglés,
y
han rendido
sus
pendones
cien
naciones
a
mis pies.
POETA 1 ¡Qué potito, José! ¡Qué potito, José!
POETA 2
(Imitando el
habla de la nación hermana Argentina.)
¡Qué lindo!
POETA 3 Enorme lo tuyo Espronceda.
TERESA (Se enfada de
veras) ¡Ya te digo el Pepito, la que me quiere montar! ¡Pepe, vuelve en ti!
¡Pepe, limpia la barca!
POETA Pero Teresa, si estamos todos igual. ¡Todos
conmigo!
EL PÚBLICO Que es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
POETAS 1, 2 y 3 Que es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
TERESA Déjate de poesía Pepe y empieza a limpiar la barca o
llamo a mi madre..
POETA
(Asustado) Ahhh. ¡¡¡A tu madre no!!! A tu madre no;
Teresa que me pierdes.
TERESA Así que déjalo ya. Voy a vender los besugos que me
quedan en la cesta. Tú mientras limpia la barca, gandul.
POETA Vale, pero sin ofender.
(Sale Teresa del escenario, el poeta se queda
recitando)
Allá
muevan feroz guerra
ciegos
reyes
por
un palmo más de tierra;
que
yo aquí tengo por mío
cuanto
abarca el mar bravío,
a
quien nadie impuso leyes.
Y
no hay playa,
sea
cualquiera,
ni
bandera
de
esplendor,
que
no sienta
mi
derecho
y
dé pecho
a
mi valor.
Que
es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
A
la voz de «¡barco viene!»
es
de ver
cómo
vira y se previene
a
todo trapo a escapar;
que
yo soy el rey del mar,
y
mi furia es de temer.
En
las presas
yo
divido
lo
cogido
por
igual,
sólo
quiero
por
riqueza
la
belleza
sin
rival.
Que
es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
¡Sentenciado
estoy a muerte!
Yo
me río;
no
me abandone la suerte,
y
al mismo que me condena,
colgaré
de alguna antena,
quizá
en su propio navío.
Y
si caigo,
¿qué
es la vida?
Por
perdida
ya
la di,
cuando
el yugo
del
esclavo,
como
un bravo,
sacudí.
Que
es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.
Son
mi música mejor
aquilones,
el
estrépito y temblor
de
los cables sacudidos,
del
negro mar los bramidos
y
el rugir de mis cañones.
Y
del trueno
al
son violento,
y
del viento
al
rebramar,
yo
me duermo
sosegado,
arrullado
por
el mar.
Que
es mi barco mi tesoro,
que
es mi dios la libertad,
mi
ley, la fuerza y el viento,
mi
única patria, la mar.»
(Por fin sale del escenario. Entra el dragón. Sigue
doliéndose de la barriga, aunque su aspecto ha mejorado.)
DRAGÓN ¡Hola amigos, soy el dragón de la
obra de teatro de principio de curso! ¿Os acordáis de mi ? (El público,
como no podía ser menos responde afirmativamente, lo que es de agradecer.)
Bueno, pues ya no
me gusta la carne, ni de los
hombres, ni de las mujeres (Hace un gesto
mohíno), ni por
supuesto la carne de los niños... ¡Me he pasado al pescado!, pero hambre, lo
que se dice hambre, tengo cantidad... No podríais decirme dónde hay una
pescadería... Necesito un buen jurel, una docena de ostras con limón o una
jibia fresquita a la plancha.
(Gritando)
¡Por Dios qué hambre!
(Entra en el escenario una sirenita. La sirenita al
ver al dragón se asusta un poco.)
SIRENITA ¡Qué haces aquí, bicho feo!
DRAGÓN No soy un bicho, soy un dragón.
SIRENITA ¿Un dragón con escamas?
DRAGÓN ¡Por supuesto!
(El dragón empieza a relamerse )
Oye, niña, ¿tu tienes muchas espinas?
SIRENITA Nada de nada, estoy limpia y blandita.
DRAGÓN (Dirigiéndose
al público) ¡Vaya merienda que me voy a pegar! ( Intenta atacar a la sirenita y
ésta asustada pide auxilio)
SIRENITA ¡Papá! ¡Papá!
(Entra en el escenario totalmente enfurecido el rey de
los mares, Neptuno, vestido, como os podéis suponer de rojiblanco,
con corona y tridente, obeso y barbudo.)
NEPTUNO ¡Qué pasa hijita! ¡Aupa Atleti!
SIRENITA Papá, este gamberro que me quiere comer. Pues no se
cree que soy una sardina.
DRAGÓN ¡Me la como! ¡Me la como! ¡En escabeche! ¡Con tomate!
¡Me da igual!
NEPTUNO ¿Quién? Este macaco... ja, ja, ja (Se ríe. Después le da con el tridente.) Toma tomate, toma escabeche.
(El dragón huye despavorido. La furia colchonera es
terrible. A Neptuno su hija la sirenita le levanta los brazos en plan campeón y
Neptuno grita )
¡Atleti, Atleti, Atlético de
Madrid!
SIRENITA Gracias, papá. Si no llegas a venir a tiempo me merienda.
(Entra muy enfadada la diosa Cibeles portando una
bandera del Madrid. Sobre sus hombros lleva un muñeco vestido de blanco.)
DIOSA CIBELES ¿Quién canta el himno del Atleti? Eso está muy feo, hay que cantar como Pavaroti.
Suena el himno del Real Madrid. Entre vómitos e
imprecaciones de tono menor Neptuno y la Sirenita salen del escenario tapándose
los oídos. Entran Barbarroja y su mujer.
BARBARROJA (Dirigiéndose
a la Diosa Cibeles)
¿Quiénes eran esos?
MUJER
(Detrás de su
marido) ¡Sinvergüenza, sinvergüenza!
BARBARROJA ¡Déjame en paz Filo, que estoy hablando con esta señora!
MUJER (Detrás de
su marido)
¡Canalla, canalla!
BARBARROJA ¡Por favor Filo, que estoy hablando con esta señora!
DIOSA CIBELES Señorita, si no le importa.
BARBARROJA ¡Pensaba que el que lleva a hombros era su marido!
DIOSA CIBELES ¡Qué va! Es Ronualdo
que se ha subido y no se quiere bajar.
(Hace intentos de arrancarse de sus hombros a Ronauldo, pero no puede.)
MUJER ¡Déjame ayudarte! (Hacen
intentos de desprender a Roniduo. Al final lo
consiguen. La diosa Cibeles y la Sirenita salen del escenario. La diosa Cibeles
sujetando a Ronildo)
BARBARROJA ¡Qué raro, Filo!
MUJER.- (Sigue
enfadada) Mira, ¿sabes lo que te digo? (A partir de aquí la mujer de Barbarroja
le reprocha que esté siempre fuera de casa, que no se preocupa de sus hijos,
que la tiene abandonada con tanto navegar por esos mares, etc.)
BARBARROJA ¡Qué infierno!
(Suena la música. Entran cantando dos piratas. John Silver, que lleva parche en
el ojo, le tiene echado el brazo por encima a Flint.Flint
lleva garfio.)
FLINT Yo soy Flint un
pirata terrible,
más
malo que las arañas,
soy
un pirata invencible
y
me como las pirañas.
JOHN SILVER Yo soy John Silver
y
me llaman Pata de Palo,
por
esta patita que ves
y
que siempre llevo en la mano.
FLINT Yo me bebo el agua del mar,
me
río del oleaje
y
grito siempre sin parar
¡Al
abordaje! ¡Al abordaje!
JOHN SILVER Atravesamos los mares
de
Lisboa a Baleares
con
tormenta y oleaje
al
grito de: "¡Al abordaje!"
(Flint iza la bandera. John Silver lo mira satisfecho.
Continúan su canción acercándose al público.)
FLINT Entre atunes y delfines
conseguimos
mil botines.
No
hay piratas más valientes
en
todo el mar de poniente.
JOHN SILVER Somos bravos bucaneros,
terror
de los marineros.
No
creo que en el mundo exista
barco
que se nos resista.
FLINT Audaces filibusteros
y
una miajilla embusteros;
vamos
buscando un tesoro
con
espadas, barco y loro.
(Una vez terminada la canción, John
Silver toma el timón. Flint
se sitúa detrás.)
JOHN SILVER.- Tengo la pata de palo,
soy
el pirata más malo.
Yo
planeo, ordeno y mando
y
grito de cuando en cuando.
FLINT.- Este en un tontorrón;
aquí
el capitán soy yo.
Si
hay tormenta, me mareo
y
ahora vuelvo que me meo.
(Sale apresuradamente. John Silver se queda solo en escena. Se dirige al público.)
JOHN SILVER.- Hace lo menos un mes
que
entre las dos y las tres
me
dio un recado, mi suegra,
de
su esposo Barbanegra:
"Dirígete
con cuidado
hacia
las Islas Barbado
y
encontrarás un tesoro
junto
a la Cueva del Moro".
Pero
con Jim ten cuidado,
un
grumete espabilado.
Si
lo ves dale fuerte
hasta
quitarle los dientes.
(Sonido de oleaje. John Silver permanece al timón con la vista puesta en el
horizonte. Después de unos instantes, irá decreciendo el sonido de las
olas. Aparece Jim con una caña de pescar y lanza un
invisible anzuelo al publico.)
JIM.- Cuatro meses navegando
sin
ver tierra ni soñando.
Estoy
hasta las narices
de
la pesca con lombrices.
(Moviendo la caña y recogiendo el hilo con gran
esfuerzo.)
¡Caray,
creo que han picado!
¡Cómo
tira el condenado!
A
lo mejor, al tuntún,
pesco
esta tarde un atún.
Por
lo que pesa el tunante
más
parece un elefante.
(Recoge el imaginario hilo de la caña y aparece una
bota, saca la bota y la enseña al público.)
Sal
de una vez, camarón.
¡Si
es una bota marrón!
(Se sienta en el suelo apesadumbrado.)
Como
pescador soy nulo.
¡Ay,
que me he pinchado el culo!
(Echa a correr por el escenario con las manos en el
culo.)
Un
anzuelo, ¡qué dolor!
¡Un
médico, por favor!
(Salta llorando a lágrima viva. John
Silver deja el timón y le venda el culo a Jim hasta rodearle de papel higiénico.)
JOHN SILVER.- ¡Vaya lata de pirata,
siempre
metiendo la pata!
(Oteando el horizonte.)
¿Qué
es lo que se ve a lo lejos?
Voy
a por el catalejo.
¿Es
tierra lo que estoy viendo?
Ven,
Jim, ven corriendo.
(Jim se levanta envuelto en
papel higiénico y se choca con John Silver, lo empuja y caen los dos.)
JOHN SILVER.- ¡Por las barbas de Tritón,
mira
que eres tontorrón!
Anda,
ten las velas listas
porque
ya hay tierra a la vista.
JIM.- ¡Yupiiiii!
(Cantan, bailan y juegan a las palmas.)
JOHN SILVER Y JIM.- Tierra a la
vista. Tierra a la vista...
(Jim entusiasmado.
John Silver al
timón.)
JIM.-
Vamos, vira a
barlovento;
parece que cambió el viento.
Llegamos
en un pispás
a
Barbados, ya verás.
(De nuevo se escucha el oleaje. Los dos, muy
contentos, se acercan a tierra.)
Me
compraré mil jamones,
chucherías a montones;
me
pondré un diente de oro...
¡Vámonos
por el tesoro!
(Salen los dos. John Silver lleva consigo su pata de palo. Entra Ben Gunn, pirata al que dejaron
abandonado en la Isla del Tesoro y que
lleva siempre consigo el cofre que contiene el botín de los piratas. Va
siempre escondiéndose, ocultando el tesoro tras sus míseras ropas y
cantando la canción de marras.)
BEN GUNN.- Quince hombres van en el cofre del muerto,
¡ja, ja, ja,
y una botella de ron!
El
diablo y el ron se llevaron el resto,
¡ja, ja, ja,
y una botella de ron!
(Sale por el lado contrario del escenario. Entra en el
escenario la pescadera y tras ella un comprador. La pescadera critica a todo el
mundo sobre todo a los profesores, como bien es sabido; aunque las vecinas no
se quedan sin lo suyo.)
PESCADERA.- ¿A ver qué quería? Sardinas, bacaladitos...
Fresquito, fresquito. Recién llegado del
Cantábrico. (Le pasa un pescadito por delante de sus ojos.)
COMPRADOR.- ¿Sabes que John Silver
perdió su pierna de un cañonazo y al día siguiente perdió su mano debido a un
mandoble de la espada de un español y que al día siguiente perdió su ojo por
culpa de una mosca?
PESCADERA.- Pero, ¿qué me dices? Y tú sabes que en el colegio a mi hijo le
han suspendido las matemáticas, las sociales, el idioma y el recreo y lo he
tenido que apuntar a unas clases horarias de fútbol para que se sienta
realizado? Una aquí vendiendo la pescadilla y otros en la escuela amargando
niños. Es que el profesor de marras me tiene a mi niño ojeriza. ¡Y yo aquí vendiendo
pescao!... ¿sabes?
COMPRADOR.- Y tú sabes que Flint mando abordar el
barco y el barco quedó precioso, ¡bordadito!, ¡bordadito!
PESCADERA.- Pero,
¿qué me dices? Y tú sabes que mi niño va a ir a la tele al programa de la Ana a
contar lo afectado que está por suspender el examen de la cultura del
general. ¡¡¡ Lo voy a traer al negocio a vender sardinas! ¡Y yo aquí vendiendo
pescao!...
¿sabes?
COMPRADOR.- ¿Sabes?... pues otra vez mandó ¡Abordar!... y sus piratas sólo
sabían hacer punto.
PESCADERA.- Pero,
sabes, sabes... te voy a recitar una poesía; porque yo aunque pescadera
también
estoy
cultivada... a ver si te gusta... dice así:
Margarita
está linda la mar,
y el viento,
lleva
esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma
una alondra cantar;
tu acento:
Margarita,
te voy a contar
un cuento:
Esto
era un rey que tenía
un palacio
de diamantes,
una tienda
hecha de día
y un rebaño
de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran
manto de tisú,
y una gentil
princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita,
como tú.
Una
tarde, la princesa
vio una
estrella aparecer;
la princesa
era traviesa
y la quiso
ir a coger.
La
quería para hacerla
decorar un
prendedor,
con un verso
y una perla
y una pluma
y una flor.
Las
princesas primorosas
se parecen
mucho a ti:
cortan
lirios, cortan rosas,
cortan
astros. Son así.
La
princesita está bella,
pues ya
tiene el prendedor
en que
lucen, con la estrella,
verso,
perla, pluma y flor.
(Siguen preguntándose lo que saben el uno al otro. En
medio del diálogo empieza a sonar el aire del mar. La pescadera y el comprador
abandonan el escenario. El dios Eolo
aparece haciendo sonar la caracola gigante
de la tormenta perfecta. Las dos pescaderas y el comprador salen
asustados del escenario. Vuelven a sonar las olas del mar. Esta vez el mar
suena embravecido. Eolo se pasea por el escenario haciendo sonar su caracola.)
EOLO.- Los cazadores de dioses me
han fastidiado las vacaciones porque...
(Con aspecto de ponerse a cantar.) mi carro me lo robaron. Menos mal que todavía
tengo a mi caballo Viento pero lo está cuidando un amigo mío.
(La luz del escenario se atenúa, Eolo desaparece y
aparecen las olas del mar. Las cinco olas del mar
bailan una canción, si es posible relacionada con el
mar. La coreografía deberá ser inventada por las alumnas, ¡qué para eso ven
tanta televisión!).
COREOGRAFÍA Fondo musical: Aquarius
Autor:
Upa Dance
When
the moon is in the seventh house
And Jupiter aligns with Mars
The peace will guide the planets
And love will steer the stars
This is the dawning of the age of Aquarius
Age of Aquarius
Aquarius, Aquarius
Harmony and understanding, sympathy and trust abounding
No more falsehoods or derisions, golden living dreams of visions
Mystic crystal revelations, and the mind's true liberations
Aquarius, Aquarius
When the moon is in the seventh house
And Jupiter aligns with Mars
The peace will guide the planets
And love will steer the stars
This is the dawning of the age of Aquarius
Age of Aquarius
Aquarius, Aquarius
Aquarius, Aquarius
Aquari
(Entra otra vez Ben Gunn, lleva el
cofre, ocultándose a sí mismo y al tesoro y cantando la canción de los
piratas.)
BEN GUNN.- Quince hombres van en el cofre del muerto,
¡ja, ja, ja,
y una botella de ron!
El
diablo y el ron se llevaron el resto,
¡ja, ja, ja,
y una botella de ron!
(Sale por la otra parte del escenario. Y entran John Silver, Flint
y el pequeño Jim acompañados por tres marineros. Los
marineros llevan picos y papas y cara de cansancio.)
JOHN SILVER.- ¿He buscado en toda la
isla y no he encontrado nada?
MARINERO 1- ¡Quién busca soy yo! No te digo. ¡Estoy arriñonado de tanto
usar la pala! Y cobrando una miseria.
FLINT.- ¡Aquí no hay tesoros! Aquí sólo hay mosquitos.
MARINERO 2.- ¡A ti como no te pican! (Usando el pico.) ¡A picar! ¡A picar!
JIM.- El tesoro tiene que estar en algún sitio.
FLINT.- Yo me voy con mi barco a trabajar el mar. ¡Vamos
marinero! ¡A remar! ¡A remar!
MARINERO 1.- Pero como manda a los demás este pirata de pacotilla.
(Salen del escenario Flint y
el Marinero 1)
JOHN SILVER.- ¡Vámonos
Jim!
JIM.- Yo me quedo Pata de Palo. ¡El grumete Jim no se rinde!
(John Silver
y el Marinero 2 salen de escenario. Jim se queda con
el Marinero 3. Suena la música y entra Ben Gunn. Giran por el escenario sin dejar de mirarse debido al
temor de Ben Gunn.)
JIM.- ¿Quién eres?
BEN GUNN.- Soy Ben Gunn.
JIM.- ¿Por qué te asustas de mí?
BEN GUNN.- Porque eres un pirata malo y me quieres hacer daño.
JIM.- ¡No! De verdad. No pienso hacerte daño. ¿Qué
llevas escondido? ¡Déjame verlo!
BEN GUNN.- Es mi tesoro. Sólo dejaré que lo veas si quieres ser mi
amigo y lo repartimos entre todos.
JIM.- ¿No te entiendo? ¿Qué quieres decir? ¿Repartir
entre quiénes?
BEN GUNN.- Entre todos los que estamos aquí.
JIM.- ¡De acuerdo! Repartiremos el tesoro del pirata Billy Bones entre todos.
(Ben Gunn
abre el cofre y da octavillas pregonando el amor y la amistad a los demás
actores de la obra y éstos a su vez reparten las cartas entre los
asistentes.)